La actual estabilidad financiera está atada con alambres. Mauricio Macri lo sabe y por eso ayer decidió presentarse ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para explicar que el país cumplió con las metas fiscales y monetarias, condición necesaria para que se destrabe un nuevo giro por 5.400 millones de dólares del crédito stand by para la Argentina.
Es que las presiones contra el peso continúan más allá del control cambiario. Y sigue habiendo dudas sobre cómo se financiará el próximo Gobierno. Incluso no está asegurado el éxito legislativo del proyecto de ley de reperfilamiento de la deuda, debido a las críticas anticipadas por el peronismo.
Ayer, antes de reunirse con el FMI en Nueva York, Lacunza fue claro. Le dijo a la agencia Bloomberg que el gobierno no puede resolver solo la creciente preocupación de los inversionistas sobre la capacidad de pagar la deuda y requerirá un consenso con la oposición para alcanzar un nuevo perfil ordenado de las obligaciones.
Lacunza y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, expusieron ante David Lipton, titular interino del organismo, y Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental. Y este mediodía habrá una nueva reunión de equipos económicos en la sede del Fondo en Washington.
"Hicimos nuestras exposiciones y quedamos con seguir hablando", señaló Lacunza sobre el encuentro que mantendrán funcionarios del FMI y del Gobierno en la semana que se inicia el 14 de octubre. La fecha y el horario para el encuentro aún no fueron definidos, pero el lugar sí: Washington.
Ese nuevo encuentro técnico se desarrollará horas después del primer debate presidencial en Santa Fe, previsto para el 13, y coincidirá con el tramo final de la campaña electoral, que tendrá a Macri y a Alberto Fernández como postulantes con más chances para gobernar el país hasta 2023.
Lipton y Werner escucharon a Macri y sus funcionarios. La reunión comenzó cerca de las 15:00 (hora argentina) en la sede de la denominada Misión Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas, las oficinas que tiene la embajada argentina en Nueva York, ubicadas frente al edificio del organismo internacional.
La participación del Presidente no estaba en agenda. Pero el Gobierno hizo un pedido especial al Fondo en la mañana por pedido de Macri. El objetivo era que pase a saludar, pero finalmente se quedó en el encuentro y les habló a los representantes del organismo.
Al salir del edificio, Macri dijo con visible cara de preocupado: "Todo muy bien". No aceptó consultas de la prensa argentina que lo esperaba en el lugar. Minutos después bajó Lacunza, quien se explayó: "Fue una buena reunión. Se expuso que se ha cumplido con las metas monetarias y fiscales".
El funcionario argentino aclaró que si bien Lipton y Werner escuchan los planteos del país para que se destrabe el desembolso por 5.400 millones de dólares, “después el Fondo tiene un directorio” (en el que hay representación de los países miembro) por lo que finalmente será esa instancia del organismo la que definirá el futuro.
Voceros del Gobierno señalaron a Los Andes que para que llegue el nuevo desembolso falta la quinta revisión del programa económico, que debería estar en proceso pero se retrasó por la situación que generó el cimbronazo cambiario y financiero posterior a las elecciones primarias. Por ahora no hay fecha para esa revisión y, por ende, para el envío del dinero.
Lacunza dijo que "fue una buena reunión" con Lipton y Werner. "Pasó el presidente al final, los últimos diez minutos, para manifestarles la posición argentina. El país cumplió con todos los compromisos monetarios y fiscales, tanto cuantitativos como cualitativos. Quedó claro en la reunión y vamos seguir trabajando", sostuvo.
Minutos después, el FMI emitió un comunicado con palabras de Lipton. "Tuve una reunión constructiva con Macri, Lacunza y Sandleris. Discutimos los esfuerzos que Argentina ha realizado bajo el programa respaldado por el FMI y sus impactos positivos. Las recientes medidas de las autoridades han ayudado a calmar a los mercados", dijo.
El funcionario internacional dijo que les expresó a los argentinos la intención del Fondo de "continuar colaborando" con las autoridades y ayudarlas a responder "a la difícil situación y los tiempos desafiantes que se avecinan".
"Nuestro diálogo y estrecha colaboración con las autoridades argentinas continuará con las reuniones técnicas que tomarán lugar esta semana y antes de las reuniones anuales (18 al 20 de octubre)", dijo Lipton. Por ahora, la Argentina tendrá que seguir esperando, con las elecciones en el medio.