Tres botellas de un whisky escocés del siglo XIX halladas en una cabaña abandonada del explorador antártico Ernest Shackelton fueron devueltas ayer al continente polar después que un destilador las envió a Escocia para recrear la receta que se había perdido.
Pero ni siquiera el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, quien devolvió personalmente la carga, probó el contenido de las botellas de whisky Mackinlay, que fueron redescubiertas 102 años después que el explorador se vio obligado a abandonarlas.
”Pienso que todos estamos tentados a abrirlas y tomar un traguito”, bromeó el funcionario en una ceremonia en que se entregaron las botellas.