La baja autoestima aunada a los cambios hormonales que presenta la mujer después del embarazo afectan la vida sexual de la mujer, por lo que es necesario tratar estos problemas para mantener una sexualidad plena, dijo la doctora Claudia Rampazzo.
“El embarazo trae muchos cambios en el cuerpo de la mujer, físicos y psicológicos, lo que dificulta que las mujeres retomen su actividad en este rubro tras el parto”, señaló la sexóloga y terapeuta de pareja.
Rampazzo explicó que los cambios hormonales en el cuerpo de las mamás "sin duda alguna afectan la respuesta sexual".
Esto, asegura, se debe a que durante el embarazo aumentan los niveles de prolactina, la cual estimula la secreción de leche, que inhibe la ovulación.
“Esta hormona mata o aplaca el apetito sexual en sus manifestaciones mentales, con fantasías, o en las prácticas ya sea a través de la autoerotización o la interacción con la pareja”, señaló.
La especialista señaló que, además de lo hormonal, la satisfacción sexual está ligada a diferentes factores como la calidad de vida, el vínculo afectivo con la pareja y la imagen corporal y es por ello que muchas veces la actividad sexual se ve afectada tras el embarazo.
La especialista explicó que uno de los principales problemas se da a nivel físico, pues tras el parto, por cesárea o parto vaginal, el cuerpo sufre diversos cambios.
“Muchas veces durante el parto se hace una incisión en la vagina para que pueda salir el bebé y en la cesárea se cortan todas las capas de piel hasta llegar al útero, entonces, todo está cicatrizando, por lo que el sexo puede ser doloroso”, abundó.
Agregó que cuando se tiene actividad sexual, el útero y todos los músculos a su alrededor se llenan de sangre, incluyendo las trompas de falopio y cuando hay un orgasmo, esa sangre provoca contracciones involuntarias "y si hay una herida, entonces el orgasmo puede doler", explicó.
Rampazzo aseguró que es por ello que es necesario mantener la cuarentena de abstinencia “porque en esos días el útero regresa a sus dimensiones normales”.
Sin embargo, indicó que en muchas ocasiones lo que frena a las mujeres a volver a su actividad sexual tras el embarazo es la autoestima.
“Tras ser mamás, algunas no sienten confianza en su cuerpo, y les resulta difícil reencontrar su seguridad y su faceta erótica, por lo que evitan estar con sus parejas pues, aunque tienen deseo sexual, no se sienten seguras de tener relaciones sexuales”, aseveró.
Esto, dijo, deriva muchas veces en infidelidades, porque además la dinámica familiar con un bebé cambia tanto "que la pareja solo se enfoca en el nuevo integrante de la familia y se olvida de atenderse a ellos mismos", advirtió.
Sumado a ello, la depresión que padecen algunas mujeres tras el parto, evita que puedan disfrutar de su vida sexual en los meses posteriores a tener hijos aunque, de no tratarse, esta situación puede extenderse por años.
Rampazzo señaló que es importante buscar la manera de revitalizar la libido y conectar con la relación de pareja.
“Hay que estar conscientes de que no hay nada perdido, que se puede retomar la sexualidad, pero para ello se debe tener comunicación con la pareja, que el hombre le dé la confianza a la mujer para revivir su vida sexual”.
Insistió en que es importante dar un giro a lo que siempre hacen "ya sea un nuevo lugar o una fantasía que guardaron durante muchos años".
Del mismo modo, aseguró que es fundamental el autoconocimiento y aprender a reconocer los tiempos que tiene el cuerpo para volver a reecontrarse sexualmente con la pareja.
Lo importante, dijo, es romper tabúes y "crear un vínculo de complicidad e intimidad con la pareja".
Finalmente, resaltó que en caso de que la falta de deseo sexual se prolongue durante al menos un año es necesario acudir con un especialista con la finalidad de evitar que este problema afecte la relación de pareja.