Tras las palabras de Alberto Fernández, el domingo en el Congreso, quedó clara la intención del Gobierno respecto a nuevas modificaciones en el esquema de retenciones. Pero este martes, en la reunión que tienen prevista desde la semana pasada la Mesa de Enlace y el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y que se postergó desde las 10 (horario original) para después del mediodía, surgirían más precisiones.
Si bien no entró en detalles, el Presidente fue explícito al decir que se busca aumentar el gravamen sobre "uno de 25 cultivos". Todos entendieron que se refería a la soja, que entre todas sus ventas externas (poroto, harina, aceite y biodiesel), ofrece ventas anuales por casi US$ 18.000 millones y es por lejos el mayor rubro exportador de la Argentina.
El incremento de tres puntos adicionales, por los cuales los derechos de exportación a la soja pasarán del 30% actual a un 33%. En la recaudación representan 500 millones de dólares más al año, llegando a un total de US$ 5.500 millones, con los actuales precios internacionales.
Ese aumento de 10% que se sumaría al salto de 24,5 a 30% implementado en diciembre apenas asumió el nuevo gobierno, sería el mayor cambio del esquema fiscal que el Gobierno plantea para "equilibrar las cuentas del Estado".
En ese aspecto se juega la trama política del asunto, porque los productores agropecuarios consideran que se les pide solidaridad para generar más ingresos fiscales pero no se realizan reducciones acordes en los gastos públicos. Es uno de los grandes reclamos de la Mesa de Enlace y también lo manifiestan los productores autoconvocados que se manifiestan en las rutas, y que incluso en este momento efectúan un cese de comercialización de granos y carnes, como sucede desde este lunes en el norte del país y ayer mismo propusieron en otra asamblea realizada en el cruce de las rutas 34 y AO12.
El jueves de la semana pasada se abrió la discusión entre el ministro Basterra y la Mesa de Enlace, con la promesa de explorar vías de consenso. Las alusiones del Presidente dejaron marcada la cancha y eso no resultó agradable aun a los dirigentes del campo más conciliadores. Ahora habrá que esperar que resulta de esta segunda reunión en menos de una semana. Todo indica que se irá definiendo la letra chica, y finalmente se establecería un esquema tanto para la soja como para otros granos, como el maíz y el trigo, que quedarían en un 12% de retenciones. Para la carne sería de entre 9 y 5% según los diferentes cortes y para los productos de las economías regionales serían de un 5%.
No sólo interesan estos números. El telón de fondo es el contexto macroeconómico, entre lo cual talla el nivel de tipo de cambio (desde el campo dicen que venden con un dólar de $ 41 y deben comprar insumos a un valor de $80). y los alicaídos precios internacionales de los granos. Esta dos variables son difíciles de controlar. Pero los dirigentes de la Mesa de Enlace esperan algunas señales de previsibilidad de parte del Gobierno, para trabajar e invertir con un adecuado nivel de estabilidad en actividades que tienen ciclos de tiempos largos.
Por Mauricio Bártoli