Desde que el Gobierno Nacional implementó los "derechos de exportación" (retenciones) de $ 3 y $ 4 por dólar exportado, las empresas mendocinas pagaron $ 3.792,1 millones por ese impuesto. En líneas generales, los especialistas advierten que la carga tributaria no ha contrarrestado la competitividad ganada con la suba del tipo de cambio, pero los costos internos sí están ejerciendo presión sobre los márgenes de rentabilidad.
Según estadísticas de ProMendoza, entre setiembre de 2018 y junio de 2019 (últimos datos disponibles), la provincia registró exportaciones por U$S 1.228,9 millones FOB (libre a bordo). De ese monto, U$S 794,1 millones corresponden a las manufacturas de origen agropecuario (MOA), U$S 235,4 millones a las manufacturas de origen industrial (MOI), U$S 141,9 millones a los productos primarios y U$S 45,2 millones a combustibles y energía.
Esos resultados permiten conocer cuánto pagaron exactamente los exportadores mendocinos por los derechos de exportación. Es que el Decreto 793/2018 del Ministerio de Hacienda de la Nación, publicado en setiembre de 2018, determinó que a partir de ese mes los productos primarios debían tributar $ 4 por dólar exportado, mientras que las manufacturas y los combustibles tienen que abonar $ 3 por dólar.
Si bien el Gobierno redujo de $ 4 a $ 3 la carga tributaria para algunos productos primarios, dicha modificación entró en vigencia recién en julio de este año, por lo que ese cambio no está comprendido dentro de los números presentados en esta nota.
Los que más tributaron
En total, las manufacturas de origen agrocupecuario de Mendoza pagaron $ 2.382,3 millones de derechos de exportación. Ese valor incluye todo lo aportado por el vino, que en los diez meses analizados sufrió una retención de $ 1.824,6 millones, aunque una parte será devuelta a las bodegas en concepto de "reintegros". Se destacan también los productos olivícolas. Entre el aceite de oliva y las aceitunas en conserva pagaron retenciones por $ 78,4 millones.
En lo que respecta a las manufacturas de origen industrial, el monto tributado fue de $ 706,2 millones y el rubro que más pagó fue el de "materias plásticas artificiales", con $ 356,9 millones.
Por su parte, los productos primarios, que tienen una carga de $ 4 por dólar exportado, desembolsaron $ 567,7 millones. Dentro de esa categoría, los que más han pagado en concepto de retenciones han sido los ajeros, con $ 306,9 millones, seguidos por los productores de peras, que tributaron $ 98,4 millones desde que se aplicararon los derechos de exportación.
En tanto, las empresas exportadoras de combustibles y energía debieron enfrentar una retención de $ 135,8 millones entre septiembre del año pasado y el primer semestre de este año.
Competitividad vs costos
La implementación de los derechos de exportación llegó un momento muy particular, en el que los exportadores acaban de ganar casi un 40% de competitividad con la suba del dólar registrada durante agosto de 2018 (ese mes la cotización de la moneda estadounidense pasó de $ 28 a $ 39). Sin embargo, la aplicación de las retenciones absorbió de forma inmediata parte de esa ventaja y al mismo tiempo, la inflación se aceleró y comenzó a ejercer presión sobre los costos de las empresas.
Como punto a favor, es importante mencionar que la incidencia del impuesto ha disminuido desde su aplicación, teniendo en cuenta que el dólar tuvo un salto más que considerable y valor nominal del impuesto se mantuvo sin cambios.
En detalle, el dólar tenía una cotización de $ 39 cuando se aplicaron las retenciones y se vende a un valor promedio de $ 60 en la actualidad. Es decir que el monto en pesos que reciben los exportadores por cada dólar que vale su mercadería se incrementó 53,8%, mientras que la retención fue siempre la misma. Dicho de otra forma, al principio los exportadores debían destinar el 7,6% de su ganancia al pago de los derechos de exportación y ahora destinan el 5%.
Eso no compensa por supuesto el efecto negativo que la inflación ejerce sobre los costos internos. El gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina, se refirió a ese problema. "Es muy difícil determinar si hemos ganado o perdido competitividad en los últimos meses, más allá de la incidencia que tienen las retenciones. Es fácil suponer que con un tipo de cambio alto estamos en una buena posición, pero lo cierto es que la ventaja competitiva de cada devaluación no dura más de tres o cuatro meses. En ese tiempo la inflación elimina completamente la competitividad ganada", comentó.
También dejó su opinión Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, quien observó que las retenciones afectaron a la competitividad de los exportadores, porque no estaban contempladas en sus planes de trabajo. "Esto coincidió además con la baja en los reintegros que se había producido unos días antes", indicó.
"Por otro lado, la suba del tipo de cambio se trasladó rápidamente a precios. Generalmente cuando el dólar sube se advierte que es algo positivo para los exportadores, pero este no ha sido el caso", lamentó Carra.
Tuvo una mirada más optimista Mario Lázzaro, director de ProMendoza. "Hay costos fijos que no han aumentado al mismo ritmo que el dólar, lo que ha permitido ganar competitividad a los exportadores, más allá de la inflación y las retenciones", aseguró.
"Esto se evidencia con un crecimiento en el volumen de exportación, incluyendo rangos de precios bajos que habíamos perdido por nuestros altos costos. Claramente es un buen momento para que más empresas exporten, más aun teniendo en cuenta que no son buenas las expectativas de consumo dentro del país", opinó.
Por su parte, Daniel Garro, economista y director de Value International Group, comentó que la suba del tipo de cambio ha tenido un traslado importante a precios, especialmente para aquellas empresas que tienen insumos importados. En relación a las retenciones, advirtió que "elevan el costo de producir y vender en relación a otros países, ya que, casi no existe en el mundo un impuesto similar".
Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, señaló que "la mejora del tipo de cambio permitió ganar competitividad a los exportadores, pese a las retenciones y la inflación". De hecho, consideró que "la ventaja se mantendrá y el volumen exportado se irá incrementando trimestre a trimestre".