"Mindfulness” para bajar decibeles

Aprender a respirar puede solucionar muchos problemas

Debajo de las sábanas y detrás de la desnudez que ellas esconden, los encuentros sexuales en muchas parejas se ven apremiados por tiempos, apuros y pensamientos que, lejos de generar disfrute, ocasionan todo lo contrario.

Entonces, herramientas tan obvias como aprender a respirar y a relajarse con la clara conciencia del momento presente (“mindfulness”) resultan tan efectivas como necesarias.

El "mindfulness", como concepto psicológico, alude a la concentración de la atención y la conciencia basada en la definición de "mindfulness o conciencia plena" de la meditación budista. Eso sí: teniendo en cuenta las necesidades de Occidente, sin incursionar en temas religiosos. Lo que propone, en términos generales, es prestar absoluta atención a lo que se está viviendo (el aquí y ahora).

Emparentado con esto aparece la importancia de la respiración como técnica para el encuentro sexual.

Según explicó el licenciado Germán Gregorio Morassutti (psicólogo y sexólogo integrante del equipo del consultorio de salud sexual, del Hospital Central): “Trabajo mucho con mis pacientes sobre la importancia de respirar, relajarse y concentrarse para un encuentro sexual placentero. Se trata de técnicas que tienen que ver con el denominado ‘sexo tántrico’, aunque en realidad son elementales en el ser humano. Las personas en estos procesos lo que hacen es reaprender aspectos básicos de los seres humanos”.

- ¿En qué ayudan las técnicas de respiración, puntualmente?

- Colaboran sobre todo a bajar los niveles de ansiedad que influyen de manera negativa en los encuentros sexuales. Además, son de enorme ayuda. Primero, para trabajar sobre disfunciones (cuando existe alguna) y para mejorar la conexión con las sensaciones, el disfrute y el placer.

- ¿Pero toma aspectos del sexo tántrico?

- Siempre. La mayoría de las técnicas que se usan en sexología tienen que ver con una cultura más oriental que occidental. Los grandes problemas que tenemos justamente tienen que ver con nuestra cultura.

- ¿En qué sentido?

- En medir el encuentro sexual en su mayoría por la cantidad y no por la calidad. Esto tiene que ver con una sexualidad más competitiva y deportiva que con algo que apunte al disfrute.

El sexo tántrico, por ejemplo, a lo que se orienta es a aprender a conectarse con la parte espiritual, de las sensaciones, del disfrute con el otro; muy lejos de la mirada occidental, más cuantitativa.

Lo tántrico está vinculado justamente con esto de la conexión espiritual y la respiración, que sería el comienzo para entrar en el sexo tántrico.

- De allí el valor de la respiración...

- Tal cual. Una relación sexual es una conexión con otra persona. De ahí tan importante el tema de la respiración, y de la conciencia, aquietando los pensamientos. La sexualidad funciona mejor mientras menos pensemos en ese momento.

Si prendemos nuestra parte racional a nivel cerebral durante el encuentro, probablemente vamos a tener alguna disfunción o algo no va a funcionar bien. Por eso a mis pacientes les enseño a no pensar y a relajarse por medio de la respiración.

- Este tipo de problemas ¿se ve en todas las edades?

- Lo veo en todas las generaciones. Sólo los adultos mayores tienen otro ritmo, porque han vivido en otro tiempo, pero en general el tema del apuro, la inmediatez, la sobrecarga, el estrés y la falta de disfrute y agotamiento que todo esto genera, atraviesa a todos. Se pasa con facilidad de una cosa a otra, con un eterno estado de urgencia y rapidez. Lo mismo pasa con el encuentro sexual.

- ¿De ahí deviene que el cansancio y el gran estrés repercutan en lo sexual?

- Ambos importan dentro de los encuentros sexuales cuando se enfrenta una relación sexual con la idea de lo “cuantitativo”, algo que implica un esfuerzo y energía. Sin embargo, si entendemos el encuentro sexual como una conexión de calidad, para relajarnos y pasarla bien, no deberían influir el tiempo y el cansancio.

- ¿Qué disfunciones pueden aparecer?

- Entre las disfunciones comunes, en varones suele aparecer la eyaculación precoz o la impotencia. En las mujeres, la anorgasmia o disfunciones del deseo.

En todas el consejo y puesta en práctica es aprender a relajarse, a respirar y, por ende, a disfrutar. Mientras más conectados estemos con nuestras sensaciones menos vamos a pensar, más apagada va a estar esa parte racional del cerebro, por lo que tenemos una doble ganancia de él: se disfruta y funciona bien.

- ¿Qué consejos darías para optimizar el encuentro?

- Hay técnicas que son básicas como las respiraciones profundas, y hacer consciente la respiración. Cualquier tipo de técnica para saber relajarnos y respirar ayuda a una preparación corporal que predispone al encuentro y al placer.

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