Hace poco más de una semana, René Pérez sorprendió al mundo con el estreno de su nueva canción. Lejos de las letras críticas y combativas que suele presentar en sus temas, esta vez Residente abrió su corazón con rimas que relatan su vida desde su niñez en la esquina de la Calle 13 y 11 de San Juan de Puerto Rico, pasando por su adolescencia en la Escuela de Arte, hasta su éxito como cantante. Sumado a un video en el que muestra por primera vez el rostros de Milo, su único hijo, fruto de su relación con Soledad Fandiño.
Con críticas y elogios, desde el 27 de febrero el tema se convirtió en éxito con 52 millones de reproducciones en Youtube, hasta la fecha. En una entrevista con BBC Mundo, el boricua reveló la dura historia que hace dos años lo llevó a escribir la letra autorreferencial.
"Todo lo que aguanté por años me explotó en una noche. Me agarró solo, en medio de una gira y con veinte mil situaciones pasando alrededor. Era una sensación de que aunque miles de personas estén en un concierto tuyo vos sentís que nadie te quiere, que sos un estorbo, que no debés estar ahí, que estás causando problemas. Eso es bien horrible. Estaba agarrando peso de todos lados. Es una locura que no controlaba", dijo sobre la noche en la que "René" comenzó a tomar forma.
Luego de llamar por teléfono a su madre tras pensar en suicidarse, se puso a escribir: "Pensé que era bueno ponerlo en una canción, porque sé que es algo que a todos nos pasa y con lo que la gente iba a poder conectar. Pensé que de algún modo podía ayudar a la gente haciéndoles saber que esas cosas pasan, que es normal y que uno tiene que buscar la forma de salir de ese lugar".
Una de las situaciones más personales que revela en la canción es la muerte de Christopher, su amigo de la infancia, asesinado hace años. "Esa muerte yo no la había sanado. A él lo mató la brutalidad policial, lo detuvo la policía, parece que él se puso a contestarles y lo encontraron muerto en una celda", reconoció. Y pese a la dureza de lo vivido, el ex de la actriz argentina no recurrió a la ayuda profesional: "Respetando a los psiquiatras, a mí me da un poco de miedo, porque ellos recetan cosas y yo le tengo miedo a las pastillas. No me gusta meterme nada", sostuvo. Aunque sí consultaba a una psicóloga: "Hablaba con ella y veía toda la carga que yo tenía. Se dio cuenta de que yo le decía que sí a todo el mundo. Con ella aprendí a decir que no".
"Hablar con mi familia fue como reiniciar todo mi sistema. Me ayudó rodearme de gente que me hacía sentir en casa y querido por los que verdaderamente me conocen. A veces necesitás el abrazo de todo el mundo, poder estar en contacto con la gente que me vio desde chiquito. A mí eso me alivia, me centra, me hace sentir que no estoy perdido ni solo en un lugar en el que no quiero estar", afirmó.
Sobre las emociones que generó su creación consideró que "es un buen mensaje para la gente a la que se le hace difícil sacar sus sentimientos: que empiecen a hablar sobre eso. Y eso fue lo que pasó, todo el mundo comenzó a llorar con el tema; no me lo esperaba".
Haciendo referencia a las críticas que recibió, René comentó que "no las escuché. No veo que haya un debate entre un grupo grande que aprueba y uno que no aprueba la canción. Yo no le tengo que decir nada a nadie, ya está todo dicho en la canción. No tengo que defenderme de nuevo ni volver a caer en la misma cosa. Es normal que haya gente que le busque lo negativo al tema, pero si el tema no hubiese crecido como creció, no habría detractores".
"Este es un buen momento para pensar mejor las letras, es casi un renacer. Pero no es que ahora vaya a ser un moralista que no entiende la sexualidad", concluyó sobre el cambio de rumbo que puede significar este tema en su carrera.