Ser un hospital escuela es su misión y compromiso con el sistema de salud público y las nuevas generaciones de profesionales. Desde sus inicios, el Notti incorporó especialidades en sus dos niveles para que médicos de todo el país que elegían la Pediatría, pudieran formarse en el centro asistencial.
Fue así que a la Residencia en Pediatría y Residencia en Cirugía Pediátrica que venían originariamente del Hospital Emilio Civit, se sumaron paulatinamente especialidades como Farmacia Hospitalaria, Terapia Intensiva Pediátrica, Odontopediatría, Enfermería Pediátrica, Neonatología y Anestesia general. A su vez, a partir del año 2008 con la creación de la Ley de Residencias, varias especialidades que estaban bajo el formato de concurrencia (otra modalidad formativa), pasaron al sistema de residencia.
En la actualidad, el Hospital Notti tiene un promedio de 45 egresados por año (23 residencias de los dos niveles), con 1.000 residentes egresados en total a lo largo de su historia.
Crecimiento y excelencia en la formación
El sector de Residencias también está en constante transformación y desarrollo, dado por las nuevas tecnologías y el cambio generacional. Mantener el compromiso con la profesión y vocación, pese a las presiones del sistema, es su batalla diaria.
“El paradigma ha cambiado mucho. Es un desafío permanente, porque venimos de otra estructura y tenemos que entender, mediar y negociar. Rescatar el tema de la vocación, la transmisión de los valores y el compromiso es algo que nos tiene muy preocupados. Las nuevas generaciones, más allá de los cambios metodológicos, tienen que entender que la medicina es una profesión. Creo que hay una mala interpretación social de que es una vocación. La pediatría es una profesión con un alto nivel de compromiso. En ese equilibrio está nuestra lucha. En la actualidad, otro punto a fortalecer del hospital es la feminización de las instituciones. No como algo negativo, sino para reforzar y adaptar el sistema. La mujer ha equiparado en capacidad y logros al hombre, con el agregado de su función materna”, afirma el Dr. Gonzalo Nalda, Presidente del Comité de Docencia, Capacitación e Investigación.
La contención del profesional y el engranaje interno es otro de los logros a nivel equipo y humano que se generó en el sector. La Dra. Elizabeth Dávila, ex Presidente del Comité de Docencia y actual médica de planta de Terapia Intensiva, detalla: “Desde el 2012 se creó el Sistema de Protección de Residencia, que cuenta con apoyo psicológico con terapia grupal a cada año de los residentes, actividad física semanal que realizan en la Fundación con todo un sistema programado, y la parte nutricional. Es el único programa en la provincia y el crecimiento y los resultados fueron increíbles. Gracias a este espacio muchos médicos se dieron cuenta de que no estaban preparados para el área”.
Formación de prestigio y a futuro
Gracias al excelente nivel y el seguimiento constante de los médicos en su etapa formativa, hoy los residentes egresados del hospital tienen un alto grado de conocimiento, equiparado con otros centros de importancia e incluso, muchos eligen continuar su formación o desarrollo profesional en el exterior.
“Varios residentes hacen la subespecialidad en el exterior (España y Estados Unidos) o se van a trabajar allá. Otro punto importante es que los residentes de Pediatría que rinden alguna especialidad en Buenos Aires, siempre entran primero”, refuerza la Dra. Dávila.
A lo cual el doctor agrega: “Es un sello y una garantía el prestigio que tiene este hospital, sostenido por el compromiso de cada uno de sus miembros. Los resultados son buenos, pero el recurso humano es fundamental. Y esto se traduce en el buen nivel de los médicos que hacen su experiencia afuera. Antes teníamos como límite ir a Buenos Aires y ahora el 70% está rotando por Europa y Estados Unidos”.
Otro de los frutos del sector es contar con la evaluación de los profesionales, por parte de la Sociedad Argentina de Pediatría, alcanzando estándares nacionales. “Esa categorización es importante para que el profesional pueda trabajar fuera de su provincia. Es un logro importante en comparación a otras residencias que no tienen ese aval nacional. La primera evaluación fue en 2012 con un excelente nivel y la próxima será el año que viene. Tenemos residentes de otras provincias y todos vuelven a su lugar, pero con la tranquilidad que los médicos pueden acceder a residencias nacionales”, sostiene la doctora, quien junto con otros profesionales fueron artífices de este cambio.
Con todas estas fortalezas, jóvenes profesionales decidieron desarrollarse en centros del interior de la provincia, para cubrir las necesidades del sector. Y de esta manera, descomprimir la gran demanda que tiene el hospital. “El impacto ha sido muy importante. Así como el Valle de Uco, hoy el sur deja de ser algo inhóspito y está considerado como un lugar importante para desarrollarse”, finaliza el doctor.