Resaltan que hay que reducir la ingesta de azúcar

La Organización Mundial de la Salud apoya los impuestos a las gaseosas, pero especialistas locales insisten en la importancia de concientizar para cambiar hábitos.

Resaltan que hay que reducir la ingesta de azúcar

La Organización Mundial de la Salud indica que, para tener una alimentación sana, se debe limitar el consumo de azúcar a unos 50 gramos diarios (unas 12 cucharaditas rasas).

Incluso recomienda que se reduzca esta ingesta a la mitad, es decir 25 gramos o 6 cucharaditas por día. Sin embargo, medio litro de gaseosa -una botella o dos vasos- puede contener entre 64 y 74 gramos de azúcar, lo que por sí solo excede este límite.

Si bien hasta ahora la entidad había difundido la recomendación de disminuir la ingesta diaria de azúcar, no había apoyado la aplicación de impuestos para reducir el consumo de gaseosas y bebidas endulzadas.

Un nuevo reporte de la OMS muestra que aumentar los precios en un 20% o más se traduce en una reducción del consumo y una mejora en la nutrición.

Cecilia Llaver, decana de la Facultad de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Juan Agustín Maza, comentó que en Argentina no sólo no existe un impuesto a las gaseosas, sino que tampoco se regula la cantidad de azúcar que contienen los alimentos, como sí ocurrió con la sal. Esto, pese al incremento de niños y adultos con sobrepeso y obesidad, diabetes y síndrome metabólico.

La licenciada en Nutrición resaltó que no se debe eliminar por completo el azúcar de la dieta, ya que la glucosa es el alimento del cerebro. Pero sí disminuir su consumo, sobre todo teniendo en cuenta que a la que se agrega a las infusiones o que contienen las bebidas, se suma la de panificados y galletas dulces, incluso las barras de cereales.

Llaver, quien también es presidenta de la Asociación de Escuelas de Nutrición de la República Argentina, explicó que desde distintas entidades se ha empezado a concientizar sobre la importancia de limitar la cantidad de azúcar en las comidas y bebidas. Esto, para lograr que ocurra algo similar a lo que pasó con la sal, que las panaderías utilizan menos en el pan.

Cecilia Llaver dudó de que la medida de fijar un impuesto para las gaseosas resulte efectivo y consideró, en cambio, que lo fundamental es modificar hábitos, lograr una regulación y que la industria vaya reduciendo paulatinamente el azúcar que agregan a los productos. Esto, ya que el dulce produce una cierta adicción.

En un sentido similar, María Luz Vargas, licenciada en Nutrición, opinó que si es necesario recurrir a un impuesto sobre las bebidas azucaradas es porque fallaron las medidas preventivas. Así, destacó que es fundamental que las familias sean orientadas en las primeras consultas pediátricas y odontológicas sobre la necesidad de no crearle al niño el hábito de agregar azúcar a ciertas bebidas.

Así, Vargas indicó que muchas mamás y papás le dan a sus pequeños leche azucarada, cuando este alimento contiene lactosa, que es dulce. O suman unas cucharaditas de azúcar a un jugo de naranja o pomelo, que ya tienen un cierto dulzor propio. La especialista señaló que, si se acostumbra al chico a las bebidas con azúcar, luego rechaza aquellas que no lo contienen.

Es importante comprender que, al restringir el azúcar simple en las bebidas -tanto la que se agrega como la que viene en gaseosas y jugos artificiales-, existe mayor libertad para incorporarla a partir de panificados o cereales azucarados.

De todos modos, María Luz Vargas resaltó que no es necesario prohibirle a un niño que tome gaseosa en un cumpleaños, aunque sí evitar que esta se consuma diariamente.

En cuanto a las meriendas, Vargas reconoció que, cuando la escuela tiene jornada extendida, es difícil que el chico coma fruta en cada recreo. Pero si la escuela define ciertos parámetros, se puede mejorar la alimentación.

A mayor precio, menor cosumo según la OMS

En su búsqueda de reducir el consumo de azúcares libres -todos los presentes en la dieta, excepto los que naturalmente se encuentran en la fruta y la leche- la Organización Mundial de la Salud decidió apoyar la implementación de impuestos a las gaseosas y otras bebidas azucaradas.

Esto, luego de revisar evidencia disponibles y hallar que en países, como México y Hungría, donde ya se aplican estas medidas, se ha observado una disminución en su compra.

El objetivo de la OMS es disminuir la incidencia de la obesidad, diabetes y problemas odontológicos (caries). La entidad resaltó que los impuestos sólo se deben aplicar a aquellos productos que tienen una alternativa más saludable y también que los subsidios a las frutas y verduras, que disminuyen sus precios, pueden incrementar la cantidad que la gente consume.

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