El increíble caso de la muerte de Genaro Fortunato (25), atropellado por quien era su pareja, Julieta Silva (29), ha acaparado la atención general y mediática básicamente por lo que los jueces llaman "la mecánica del hecho".
A grandes rasgos, la mujer y sus abogados aseguran que "no vio" al joven tendido sobre la calle El Chañaral de San Rafael cuando ella venía en su auto y "sin querer", lo atropelló.
A grandes rasgos, la querella, la fiscalía y el juez de garantías, aseguraron en su momento que la mujer sí vio al chico tirado en la calle y deliberadamente le pasó por encima. Le llaman a esto "plan criminal".
Lejos se está todavía de saberse en efecto qué sucedió. Lo ocurrido la semana pasada, con la Cámara de Apelaciones que ordenó la salida de la cárcel de Silva a la prisión domiciliaria, es apenas un detalle en referencia a lo que se viene.
De hecho, el viernes, la fiscal Rossi siguió las normativas de la Cámara y le informó a Silva que será investigada por los delitos "homicidio simple con dolo eventual" u "homicidio culposo agravado".
De todos modos, en lo actuado hasta ahora -tanto en el expediente como en las dos audiencias de prisión preventiva con que cuenta la causa- salen a la luz no pocas situaciones de machismo que sobrevolaron el caso, que es por demás extraño.
El hecho de que la acusada sea mujer; en algunos aspectos, le ha jugado en contra. Comentarios cargados de subjetividad, con tintes machistas y alejados del "aspecto a investigar", fueron utilizados en contra de la imputada a la hora de llevarlos casi a la altura de "semi-prueba" ante el tribunal.
Más allá de la inocencia o la culpabilidad de la mujer -algo que se sabrá con el avance de la pesquisa-, en algunos momentos de las acusaciones, a Silva le hicieron sentir exigencias de índole moral, ética y social; a partir de elucubraciones subjetivas que fueron traducidas -todas juntas- en agravantes penales.
Cinco ejemplos
Mujer infiel.
Tíndaro Fernández, abogado de la querella, en una parte de su alegato del martes pasado sacó a relucir que Julieta engañaba a su marido. "El hombre no sabía dónde estaba ella. La mujer le dijo que había salido con 'La Polaca' (una amiga de Silva) la noche en la que ocurrió el hecho, pero en verdad estaba con Genaro Fortunato".
Histriónica.
En este aspecto, los dardos se cargaron a partir de las pericias psiquiátricas (cuyo uso parcial de las mismas fue cuestionado por la Cámara de Apelaciones). "Lo que pasó no fue una pequeña divergencia (por la supuesta pelea de celos en el boliche La Mona); ella (por Julieta) es una histriónica.
Eso lo demostraron los peritos oficiales y de parte", dijeron desde la querella, en alusión a que la conducta así calificada de la mujer era lo que provocaba los celos de Genaro.
Cuando terminó la primera audiencia de prisión preventiva, el abogado Fernández ratificó su calificación de que la acusada es 'psicópata' “porque lo dicen los peritos, no yo”.
Mala madre.
A la hora de oponerse al pedido de la prisión domiciliaria, el abogado querellante aseguró ante los jueces que si la idea era mejorar la situación de los hijos de Silva con ella en casa, "es algo que no tiene sentido ya que la mujer (por Silva) no se encarga de sus hijos; su padre hace todo: los lleva al médico, los lleva a la escuela, al club".
Para la fiscal Rossi, la mujer se podía profugar: "Impera en su condición el riesgo de fuga, tiene los medios para hacerlo gracias a que tiene parientes en la Patagonia y en San Luis", dijo.
La Cámara de Apelaciones, al decidir otorgarle la prisión domiciliaria, entendió que no había riesgo de fuga de Silva, justamente, porque tiene dos hijos menores de edad.
Desalmada.
Durante la primera audiencia de prisión preventiva, la fiscal Rossi se permitió "interpretar" subjetivamente la conducta de la imputada una vez que le tomó declaración. Dijo: "No le importan las personas, lo único en que pensaba era en que iba a ir a la cárcel. Lloró sólo cuando se enteró de su situación procesal".
Manipuladora.
El marido de Silva fue convocado a declarar en dos oportunidades en el marco de la causa. Según el abogado de la querella, la primera vez dijo una cosa, mientras que en la segunda declaración cambió sus dichos para beneficiar la situación de Silva.
De acuerdo con el razonamiento del abogado, Silva fue quien le hizo cambiar la declaración. "Ya lo dice el Martín Fierro", aseguró Fernández ante los jueces: "Zonzo es el hombre cuando el amor lo domina".
Cambio de carátula
El viernes por la mañana, la fiscal Andrea Rossi firmó las dos nuevas imputaciones que pesan sobre Julieta Silva en el marco de la muerte de Genaro Fortunato.
Las imputaciones hacen referencia al "homicidio simple con dolo eventual"; y en forma alternativa al "homicidio culposo agravado" (accidente sumado a la imprudencia de no usar lentes).
Al momento de la elevación a juicio, sólo una de estas dos acusaciones tendrá validez.
En lo que queda de la pesquisa la fiscal debe considerar los elementos probatorios con que cuenta el expediente y los que puedan aparecer en el futuro.
Sin reconstrucción
Uno de los pasos más fundamentales para aclarar este caso es la reconstrucción del hecho.
Esa medida, a pedido de la defensa de Silva, se ha pospuesto y no tiene fecha de concreción, al menos de momento.
"Para hacer la reconstrucción tienen que estar dadas las mismas condiciones climatológicas para recrear el hecho, no solamente la lluvia sino la temperatura que se registraba en ese momento", según dijo Alejandro Cazabán a Los Andes.
"Si hay que esperar hasta que vuelva el frío, lo vamos a hacer. Es una pericia muy importante y las condiciones climáticas deben ser idénticas o similares", concluyó el letrado de la mujer.
El martes pasado, la Cámara de Apelaciones ordenó un cambio de calificación en la causa contra Silva y le otorgó la prisión domiciliaria. El tribunal está compuesto por los magistrados Alejandro Celeste, Jorge Yapur y Néstor Murcia.