Las resonantes (y hasta controvertidas desde lo jurídico) detenciones de Julio De Vido y Amado Boudou provocaron sorpresivos reproches dentro del peronismo kirchnerista.
Ayer, la esposa de Julio De Vido, Alessandra Minnicelli, reiteró sentirse "dolida" por las declaraciones de Cristina Fernández en la que afirmaba que solo ponía las manos en el fuego por sus hijos, cuando le preguntaron sobre hechos de corrupción durante su gobierno.
“Fue un gesto inhumano porque en otros momentos difíciles me llamó. Quiero pensar que fue algo del momento, que no lo razonó”, dijo la mujer.
Alessandra Minnicelli también tiene preso a su hermano, Claudio "El Mono" Minnicelli, acusado por contrabando. El exministro de Planificación fue detenido el 25 de octubre por un presunto fraude en el reacondicionamiento de la mina de Río Turbio. Desde hace una semana fue alojado en el penal bonaerense de Marcos Paz.
A partir de su detención, De Vido escribió tres cartas con reproches puntuales. Al presidente del PJ, el sanjuanino y diputado nacional José Luis Gioja, lo acusó de “ortiba” por no haberlo defendido en el recinto cuando se votó el desafuero que permitió su detención.
Le recriminó no salir en defensa de “los 107 mil millones de dólares invertidos en obra pública” durante los doce años de gestión kirchnerista.
En otra carta evocó la memoria de Néstor Kirchner al cumplirse el séptimo aniversario de su muerte. Aludió a la "cobardía y la traición de rehuir a la defensa de nuestra línea histórica legada por Rosas, Yrigoyen, Perón y Kirchner".
Pero la carta que más pegó fue la titulada “La mano en el fuego”. Allí criticó al gobierno nacional (lo compara con la Inquisición por su no respeto a las garantías individuales), se mostró de nuevo molesto por la falta de solidaridad del bloque de diputados peronistas y concluyó con una frase estruendosa:
“Ah, si quieren saber dónde estoy, estoy donde estuve SIEMPRE, al lado de NÉSTOR CARLOS KIRCHNER, quien continuó y profundizó la obra de JUAN PERÓN, (…) seguro no me quemaré LAS MANOS”.
La esposa de De Vido contó que la llamaron Rafael Bielsa, el exembajador en el Vaticano Eduardo Valdés, Guillermo Moreno y Aníbal Fernández. Y que también se contactaron el gobernador formoseño Gildo Insfrán, y los intendentes bonaerenses Paco Durañona, Patricio Mussi y Mario Ishii.
Esta lista se engrosó ayer para sorpresa de muchos. El jefe del bloque peronista en el Senado, Miguel Angel Pichetto, dijo que pronto visitará a De Vido en la cárcel. "Fue un hombre que estuvo 30 años al lado de Néstor y Cristina; merecía, como mínimo, el beneficio de la duda", agregó.
“La prisión anticipada sin peligro de fuga es una cuestión para poner en debate y hacerlo con valentía”, dijo Pichetto, criticando así las detenciones sin indagatoria previa de De Vido y Boudou.
En distintos encuentros con la prensa, Guillermo Moreno también cuestionó el silencio de Cristina Fernández. La expresidenta publicó una carta anteayer, en la que si bien acusa al gobierno de perseguir a los opositores, no nombró a De Vido ni a Boudou (quien recibió una carta de apoyo del exvicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto).
“Debió haber metido en el fuego las dos manos por De Vido, por Boudou, por todos, por César Milani. (Cristina) Estaba en 10 (puntos), bajó a 8”, calificó Moreno.
“Hay que poner las manos en el fuego por los compañeros y aunque te quemes, hay que ponerlas”, remarcó. Moreno dejó otra frase: “Porque los compañeros son de un lado de la reja y del otro lado de la reja. Para que vos tengas amigos de un solo lado están los radicales, no los peronistas”.
El exministro, trascendió, prometió una nueva carta desde la cárcel.
