Hoy Mendoza cuenta con 86 legisladores entre diputados y senadores, y cerca de 200 concejales departamentales. Con este texto busco aportar al debate por la unicameralidad (con reducción de la cantidad de legisladores), preguntarnos si los Concejos Deliberantes hoy cumplen con la finalidad para la que se crearon hace más de 100 años (cuando eran honorables) y si el Poder Legislativo en general cumple con los objetivos de representatividad y participación ciudadana. Claramente debemos discutir un nuevo Estado. La ciudadanía lo reclama constantemente.
Creemos que Mendoza debe avanzar hacia un sistema unicameral dejando atrás la división de diputados y senadores bajo el concepto de Cámara revisora. Hoy los espacios políticos mayoritarios y minoritarios, sin excepción, actúan por bloque sin distinción entre una y otra Cámara legislativa. Los distritos electorales no responden a una composición geográfica común ni representan a los 18 municipios. Más de la mitad de las provincias argentinas ya pasaron a un sistema unicameral, inclusive aquellas con más habitantes que Mendoza.
El gasto político debe ser reducido sin retaceos. Hoy, 40% de los habitantes no llegan a fin de mes con sus ingresos y más del 50% está endeudándose para conseguirlo. Se pide a nuestros productores, pymes e industriales que sean competitivos para exportar sus productos pero resulta que en otros países la carga impositiva es 3 ó 4 veces menor.
Antes de pedir competitividad a los actores privados debemos hacer un Estado competitivo frente a otros Estados con los que competimos comercialmente.
La reducción del costo político es imprescindible y el reducir la cantidad de legisladores aporta claramente a ello, pasando de 86 legisladores a menos de la mitad.
Creemos que los Concejos Deliberantes deben transformarse en órganos regionales a la italiana, a la española, a la francesa, donde las regiones son unidades de gestión que aseguran optimización de recursos y unificación de estrategias de gobernanza y desarrollo, con ejes puestos en la economía regional, servicios, tratamiento de los residuos, turismo, infraestructura, etc. Hoy, en Mendoza, el rol de control lo cumple claramente el Tribunal de Cuentas que está semanalmente presente en cada una de las municipalidades.
Debemos ordenar la provincia en 5 regiones: Unicipio (Gran Mendoza), Este (San Martín, Junín y Rivadavia), Secano (Lavalle, Santa Rosa y La Paz), Valle de Uco (Tupungato, Tunuyán y San Carlos) y Sur (San Rafael, Malargüe y General Alvear), pasando de 198 concejales a menos de 40 delegados regionales.
Hace un mes, Italia redujo a la mitad la cantidad de miembros de su Poder Legislativo, como ejemplo moderno de esta tendencia de Derecho Internacional comparado.
Creemos que estamos en condiciones de mejorar la representatividad del Poder Legislativo con la participación ciudadana en cada una de las regiones y mediante las herramientas tecnológicas e internet. Existieron casos de participación contundentes y rápidos mediante los cuales la ciudadanía, desde sus móviles, en poco tiempo, en forma ágil, opinó sobre temas concretos, educación, salud, seguridad, etc.
Las familias mendocinas llevan años ajustando sus finanzas como consecuencia de la crisis, las tarifas y la inflación. Es hora, -tal como lo ha planteado el gobernador electo Rodolfo Suárez-, de que la política mendocina acompañe en este esfuerzo.