En momentos de tantas y extremas dificultades en los ámbitos de la producción, el mundo laboral y las necesidades básicas de los habitantes, resulta oportuno meditar sobre los alcances del cooperativismo y sus beneficios para los seres humanos.
A través de la participación en esta actividad, los miembros de tales entidades tienen una motivación para cambiar sus vidas y sus comunidades.
En ese contexto, millones de personas consiguen satisfacer sus necesidades socioeconómicas formando parte de cooperativas.
Así, grupos de consumidores asociados a entidades consiguen abastecerse de los artículos y servicios que necesitan para uso personal o del hogar en condiciones convenientes en cuanto a calidad y precios.; Grupos de pequeños o medianos productores de campo logran colocar sus productos en las mejores condiciones posibles de precio; y lo mismo ocurre con otros consumidores, profesionales, productores y asalariados. Por supuesto que no es la panacea porque estas asociaciones también se han visto sitiadas por la crisis económica, y muchas han desaparecido con el paso del tiempo.
Lo importante para las cooperativas que pueden persistir en su acción, es hacer prevalecer la tendencia solidaria por sobre la actitud egoísta del mercado y sus dictados.
Uno de los entes rectores de este movimiento que estamos describiendo someramente, es la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), una federación de cooperativas que sirve para reunir, representar y servir a otras de todo el mundo. La organización fue fundada en Londres en 1895. En la actualidad representa a unos 1.000 millones de personas de un poco menos de un centenar de países en los cinco continentes. Su sede se encuentra en Bruselas (Bélgica).
Es importante destacar que después de 124 años de vida institucional, se sentó por primera vez en el sillón presidencial de la ACI un argentino, el doctor Ariel Guarco (50 años, bonaerense), lo que prestigia al país como uno de los actores de la economía solidaria a nivel global.
Dentro de cinco meses, el primer sábado de julio, se celebrará el Día Internacional de las Cooperativas de 2019. El tema de esa jornada será “Cooperativas por un trabajo digno”.
Mientras llega esa fecha es oportuno recordar que la prioridad del cooperativismo es el desarrollo humano y la justicia social. A través de esa jornada, los responsables políticos a nivel local, nacional y mundial, las organizaciones de la sociedad civil y el público en general podrán apreciar cómo contribuyen las cooperativas a crear un ambiente de trabajo digno.
El empleo cooperativo no conforma un fenómeno marginal y de acuerdo con un cálculo realizado recientemente,, las entidades de este tipo de todo el mundo emplean a más de 279 millones de hombres y mujeres, o suponen su principal fuente de ingresos; lo cual corresponde a aproximadamente 10% de la población ocupada total, a nivel mundial.
Más allá de las cifras, varios estudios confirman que en comparación con el empleo en otros sectores, los trabajos cooperativos tienden a ser más sostenibles con el paso del tiempo; la diferencia entre los salarios de los puestos de mayor y menor responsabilidad es menor; y suelen estar mejor distribuidos entre las áreas rurales y urbanas.
En Mendoza hay asociaciones de esta naturaleza de mucha fuerza y proyección y se destacan las cooperativas vitivinícolas, de servicios eléctricos, de provisión de agua domiciliaria, seguros, vivienda, transporte y muchas otras actividades, incluyendo las mutuales en salud y provisión a sus asociados.
Sería entonces oportuno y recomendable insistir en la difusión de las propuestas cooperativas, auspiciando la participación de delegaciones de Mendoza en encuentros nacionales e internacionales, en representación de entidades cooperativas y de los sectores de gobierno, académicos y actores impulsores del desarrollo social inclusivo.