Están en proceso de refacción y mejoras varios museos de historia y arte que se distribuyen en el territorio provincial, y que para este análisis no vamos a diferenciar entre provinciales y de origen municipal, sino a considerarlos en conjunto.
Es precisamente la Municipalidad de la Ciudad la que posee más instalaciones de este tipo, destacándose, entre otros, el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza(Mmamm) y el del Área Fundacional de la Cuarta Sección, en la plaza Pedro del Castillo.
Los Andes reflejó cabalmente la situación del panorama museístico de Mendoza, en una nota publicada el 18 de mayo, precisamente el Día de los Museos, fecha instituida en 1977 por el International Council of Museums (ICOM, por sus siglas en inglés), dependiente de la Unesco.
En la provincia hay 51 establecimientos en actividad. Casi la mitad de ellos son de historia y apenas un 10% está dedicado al arte.
Aparte de la celebración de la jornada dedicada a instituciones que guardan valiosos acervos, concluyeron hace una semana eventos en los que se propusieron redescubrir estos espacios. Sin embargo, algunos de los más reconocidos están cerrados por problemas edilicios.
El director de Patrimonio Cultural, Marcelo Nardecchia, explicó que en 2016 fueron convocados los responsables de sedes de este tipo en el territorio provincial para hacer un diagnóstico de la situación.
De esa forma se pudo precisar que de los 51 mencionados, 82% pertenecen al sector público y 18% son de gestión privada. De los primeros, 28 son municipales, 8 de jurisdicción nacional y 6 provinciales.
Sabemos por definición que los museos son instituciones trascendentes para la vida de los pueblos, que superan el mero hecho de exhibir determinadas colecciones para ser ámbitos de alto valor cultural y social. Cumplen funciones pedagógicas, sociales, formativas, comunicacionales, desarrollan un papel educativo y han superado su imagen tradicional de exhibidores de colecciones. Simultáneamente, mediante la conservación e investigación, acercan públicos diversos a los más variados temas: la evolución del hombre sobre el planeta, las ciencias, la naturaleza, las costumbres y las distintas artes.
Es por eso que esperamos que una vez que se consoliden y terminen los procesos de refacción y mejoras de complejos de la envergadura del Espacio Contemporáneo de Arte (ECA), los museos Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú-Casa de Fader, en Mayor Drummond, y el Municipal de Arte Moderno, de la plaza Independencia, para citar sólo algunos, se adopten mecanismos permanentes de mantenimiento.
Queremos decir que estas estructuras deberían estar sometidas a cuidados de preservación permanente, ya que en el pasado la ausencia de esa protección nos dejó mal parados y derivó en instalaciones clausuradas.
Creemos que con estudios y gastos periódicos se podría conseguir que los inmuebles en cuestión estuvieran siempre en servicio y abiertos al público, evitando, como pasa ahora, que algunos lleven muchos meses y años cerrados, siendo el caso más emblemático el Fader, con su ingreso negado desde 2012. Pensamos, por ejemplo, en el Museo Carlos Alonso (Mansión Stoppel), en la avenida Emilio Civit, que ahora luce en todo su esplendor y no nos gustaría en un futuro mediato verlo retroceder por falta de conservación.
El cuidado constante de las instalaciones podría evitar que se llegue a su colapso e inactividad prolongada, como ha ocurrido.
Habrá que volver inclusive a debatir si la participación de la actividad privada puede contribuir a evitar la degradación edilicia de inmuebles vinculados a la cultura, especialmente museos.
Debería debatirse otra vez si no es conveniente resucitar el proyecto de ley de mecenazgo con el propósito de captar aportes económicos privados para el desarrollo y fomento de las actividades artísticas de la provincia. Dio resultado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) o en Chile, bajo el nombre de Ley de Donaciones Culturales.
