Siempre que tengo la posibilidad en una charla, defiendo a muerte la preparación del jugador mendocino de fútbol de salón. Realmente es fantástica y admirable. Los jugadores trabajan, estudian y, a la noche, entrenan con una preparación formidable. Los resultados lo demuestran año tras año. La cantidad de jugadores mendocinos que están en las selecciones nacionales también son un fiel reflejo. Por esta razón siempre digo que el jugador de fútbol de salón mendocino es profesional, pero lamentablemente no recibe dinero. Es la máxima diferencia que hay con las grandes Ligas de Europa", con esta defensa y admiración sobre sus compañeros, Renzo Grasso, el multicampeón del primer semestre del 2019, arrancó su charla con Más Deportes.
Habrá que abrir el arcón de los recuerdos, revisar y chequear mucho para encontrar un caso similar al de 'Carucha' Grasso, deportista de elite, que en estos primeros 7 meses del año ya se colgó cuatro medallas de oro: campeón Mundial con la Selección argentina en Misiones, campeón Argentino con la Selección Mendocina en Santa Cruz, campeón mendocino con Cementista al ganar el Apertura 2019 y campeón en Italia con Futsal Fuorigrotta, de la Serie B. Impresionante.
-Te levantás un día y colgás las zapatillas suela caramelo. Basta de futsal. ¿Te imaginás un día sin este deporte en tus actividades diarias?
-Con la mano en el corazón, sería imposible mi vida sin el fútbol de salón. Arranqué a jugar al futsal a los 7 años. La única misión era divertirme y jugar con mis amigos y compañeros de escuela. Era fantástico. Sin embargo cuando ya tenía 15 años, el espíritu competitivo fue fundamental para decidirme y dedicarme al cien por cien a este deporte.
Me caracterizo por ser un ganador. Soy muy ambicioso. Por esta razón no me imagino un futuro sin estar ligado al futsal.
-¿Cómo llegaste a jugar al futsal y no probaste con el fútbol en cancha grande?
-Cuando tenía siete años varios amigos ya jugaban en el club. Entonces como mis viejos querían que hiciera un deporte, me llevaron a Cemenista y arranqué en la escuelita. Inmediatamente me pasaron a la parte de fútbol de salón y me federaron. Desde ese momento, adopté el club como mi casa. Tuve grandes entrenadores como Pablo Muller, Mauro González, Perico Pérez, quines me hicieron amar este deporte y me guiaron desde chico. Tuve una experiencia muy cortita en cancha grande, pero era adolescente y me decidí por el futsal.
- Con tu experiencia en la Selección Mendocina, Argentina y por tu paso en Europa, te has convertido en un referente de muchas chicos. ¿sos consciente lo que genera tu nombre y apellido?
-Es una responsabilidad muy grande. Disfruto mucho estar en el club. Cuando llego de Europa siempre digo que me voy a Mendoza a descansar. Las temporadas allá son muy duras. Sin embargo llego a casa, dejo el bolso y me voy al club. Me nacen de inmediato esas ganas de defender los colores de Cementista. Aporto mi granito de arena. Trato de hablar con los más chicos, aconsejarlos, pero desde mi figura de Renzo Grasso compañero de equipo. Siempre lo más importante es el equipo. La camiseta está por arriba de todos.
-Mirá si está por arriba la camiseta que Cementista ya es una fija en cada final local, Liga de Honor, torneos internacionales, etc.
-El crecimiento de Cementista es admirable. Positivo y entusiasma a todos. Salimos campeones a nivel local, metimos podio en Liga de Honor, jugamos torneos Internacionales. Lo difícil es mantenerse y lo estamos logrando. Esa forma de trabajo, compromiso y sentido de pertenencia, es lo que tratamos de transmitir los más grandes del plantel.
-¿Qué opinión te merece la actualidad del fútbol de salón de Mendoza?
-Es fantástica. Cuando yo arranqué de niño era imposible pensar que la Primera División tendría cuatro categorías, casi 100 equipos. Hoy, el futsal es la disciplina que más deportistas tiene federados. Y eso hay que aprovecharlo. Faltan pulir muchos detalles.
Pero todos tenemos que colaborar: jugadores, dirigentes, entrenadores y árbitros.
-En una oportunidad comentaste que admirabas cómo los cuerpos técnicos de todos los equipos se capacitaban constantemente...
-Realmente es admirable. Los cuerpo técnicos mendocinos están creciendo muchísimo. Los dirigentes a la par y la parte de los árbitros también. Ellos son fundamentales. La clave está en la organización y capacitación. Si cada parte pone lo suyo, el fútbol de salón de Mendoza crecerá mucho más en todo sentido. Sin dudas que aún queda mucho por mejorar, pero vamos por el camino correcto y los resultados están a la vista.
-Repito, campeón de todo. Lo que jugaste este año, lo ganaste. Realizando una autocrítica como profesional y personal ¿qué te gustaría mejorar, cambiar?
-Sincero. Tengo que mejorar un aspecto muy importante: soy muy competitivo. No me gusta perder a nada. He tenido discusiones con mi novia por juego de cartas. Increíble.
Pero Carucha es así. Los ganadores nunca se rinden y los que se rinden nunca ganan.
Así es Renzo Grasso.
Pisála ahora Ronaldinho
En 2017, Carucha llegó al futsal de la Premier League de la India. Una liga de estrellas que reúne a personalidades del fútbol mundial tanto de cancha grande como de futsal. Por esta razón, uno de los máximos símbolos del Club Cementista compartió rectángulo de juego con figuras como Paul Scholes, Ryan Giggs, Figo, Hernán Crespo y el brasileño Ronaldinho, cuyo equipo eliminó al del Carucha en semifinales. Sobre ésta experiencia comentó: "Tenerlo enfrente fue una de los mejores experiencias de mi carrera. Sin embargo, la pisó, lo idolatré un ratito y luego le metí una murra. Uno nunca pierde la esencia".
Su visión del femenino
"Nunca me imaginé este crecimiento del futsal femenino en la provincia. Es un orgullo para la disciplina, las mujeres y la provincia contar con dos categorías en Primera División. Son más de 20 equipos. El femenino lo sigo de muy cerca porque me encanta ir a ver a mi hermanita. Es impresionante la cantidad de chicas que lo están practicando día a día. Sin dudas, que una de las máximas responsables de esta actualidad es Estefanía Banini. Una genia. Crack. La número uno del Poli Cementista. Ella creció jugando con nosotros. Siempre demostró toda su categoría y talento. Es una locura lo que juega. Me pone feliz verla en la Selección nacional".
Cortitas y al pie
¿Rock o cuarteto en el vestuario de Cementista?. "Cuarteto y cumbia, eso no se negocia por nada del mundo. Los melli Álvarez son los encargados de la música. A mi me gusta mucho Úlises Bueno. En el Poli se escucha cuarteto".
Su experiencia en cancha grande. "Jugué en Luján y Chacras. Después hice una pretempora en Talleres. Pero llegaron los llamados a las selecciones en inferiores y me decidí por el futsal".
¿Comida preferida?. "Asado. Sin dudas, es lo que más extraño cuando estoy afuera. Por eso llego a Mendoza y trato de juntarme con todos y comer asados. Serían los permitidos (risas)".