El primer ministro italiano, Matteo Renzi, renunció ayer tres días después de su derrota en el referéndum sobre una reforma constitucional que había impulsado.
Renzi había anunciado que dimitiría si no lograba que se aprobase la reforma en el referéndum del domingo, pero a pedido del presidente del país, Sergio Mattarella, esperó hasta que el Parlamento aprobara el presupuesto para el año que viene, lo cual sucedió ayer.
Mattarella aceptó la renuncia de Renzi y continuará por el momento al frente de los asuntos pendientes.
El presidente iniciará hoy a las 17 hora local (13 en Argentina) unas consultas de dos días con los líderes de los partidos políticos para tratar de formar un nuevo Gobierno.
El favorito para reemplazar a Renzi es el ministro de Economía y Finanzas, Pier Carlo Padoan. También se habla del presidente del Senado, Pietro Grasso, jurista y fiscal que persiguió a la mafia y que antes del nombramiento de Mattarella, en enero de 2015, ocupó su puesto de forma interina.
Además se barajan los nombres del ministro de Cultura y peso pesado del Partido Democrático, Darío Franceschini, y el del ministro de Transporte, Graziano Delrio.
Matarella podría convocar a elecciones anticipadas para el próximo año o nombrar un Gobierno de transición o tecnócrata hasta los comicios parlamentarios previstos para 2018.
Renzi dijo ante los miembros de su Partido Democrático (PD) que Italia se enfrenta a la elección entre convocar comicios de forma apresurada a principios del próximo año o la formación de un gabinete de unidad que necesitaría contar con el apoyo de partidos de la oposición.
“El PD no puede estar sólo” asumiendo las responsabilidades de Gobierno, dijo Renzi. Quien le sustituya en el cargo puede tener que enfrentarse a decisiones difíciles, como el rescate del banco Monte dei Paschi di Siena y otras entidades en problemas.
Sin embargo los dos principales partidos de la oposición, el antisistema Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga Norte, descartaron cualquier acuerdo con el PD. Así que el único partido que podría pactar con el PD es la conservadora Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Tras conocerse el resultado del referéndum, los primeros en pedir elecciones anticipadas fueron el euroescéptico Movimiento 5 Estrellas y la xenófoba Liga Norte.
Se considera que Mattarella está en contra de celebrar elecciones anticipadas debido a que la ley electoral es actualmente distinta para la Cámara Baja y el Senado. La primera fue reformada por el Gobierno de Renzi, pero la del Senado iba a ser modificada con el plebiscito. Así que existe un alto riesgo de que si se celebran elecciones anticipadas el resultado pueda no ser concluyente y se ahonde más la crisis.
Otras prioridades para un nuevo Gobierno serían dar una respuesta a las exigencias de la Unión Europea de mejorar su disciplina presupuestaria, gestionar la ayuda a las zonas afectadas por los terremotos de este año y organizar la cumbre del G7 prevista para mayo en Sicilia.
Renzi seguirá estando al frente del PD por el momento. La formación apoyará a Mattarella en la búsqueda de un nuevo Gobierno, afirmó Renzi tras una reunión de la cúpula de su partido en Roma. Como presidente del Partido Democrático, Renzi podría presentarse a las próximas elecciones parlamentarias.
El de Renzi fue el Gobierno número 65 de Italia desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el número 63 desde la fundación de la República, en 1946.
Un país convaleciente
Pese a haber protagonizado una aplaudida batalla contra la austeridad exigida por la Unión Europa (UE) y de convertir a Italia en el país más solidario con los inmigrantes que arriesgan su vida en el Mediterráneo para entrar a Europa, a muchas de sus promesas no las pudo cumplir.
Crecimiento
Después de 1.000 días de gobierno, el Producto Bruto Interno (PBI) aumentó el 1,6%, el consumo de los hogares un 3%, mientras que el inmenso déficit público se redujo de sólo 0,4%. Con un crecimiento del 0,8% este año, Italia sigue rengueando con respecto al resto de Europa. El problema básico es la constante pérdida de competitividad. Si bien muchas pequeñas y medianas empresas brillan por sus resultados en sectores como alimentación y lujo, otras no logran seguir el paso para enfrentar la competencia internacional, como es el caso del sector textil.
La amenaza de la crisis bancaria
Otro problema estructural de la economía italiana es la debilidad de sus bancos: hay muchos y han acumulado una enorme cantidad de préstamos dudosos, cerca de 360.000 millones de euros.
Frente a esa situación, el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, puso en marcha la consolidación de las cooperativas de crédito. Los propios bancos han creado un fondo de ayuda, el fondo Atalante. Pero sus recursos son limitados y los bancos ya han advertido que no tienen la intención de continuar poniendo el hombro. El índice de los bancos italianos cayó de casi el 50% desde el comienzo del año en la Bolsa de Milán y los mercados siguen en estado febril.
Alto desempleo
A pesar de la oposición de los sindicatos y de algunos sectores de izquierda, el gobierno de Renzi aprobó en 2015 la “Ley del Empleo”, una reforma del mercado laboral que atenuaba las condiciones para despedir al trabajador y favorecía que las empresas contrataran con plazo indefinido (CDI).
Según Renzi, Italia creó más de 656.000 empleos, de los cuales 487.000 con CDI. La tasa de desempleo se redujo de más de un punto y se ubica al 11,7%. Pero no ha sido suficiente. Los sindicatos critican las medidas y califican de preocupantes a los recortes de derechos sociales que fueron aprobados.
Derechos para los homosexuales
Se trata de una de las reformas sociales más importantes de los últimos años. El 29 de julio, Italia adoptó una ley que reglamenta a las parejas del mismo sexo. Italia fue el último gran país de Europa occidental en dar un reconocimiento legal a los enlaces homosexuales aunque este status no otorga tantos derechos como lo hace la legislación de países como España, Gran Bretaña o Francia. En Italia, la unión civil, distinta del matrimonio, comporta la obligación de una asistencia moral y material recíproca, el beneficio de una pensión de viudez, el permiso de residencia para la pareja extranjera, el derecho a visita al hospital o la posibilidad de adoptar el apellido de la pareja.
Otras reformas
Renzi impulsó también otras reformas, como la de la administración pública, que simplifica la vida de los ciudadanos y las empresas. Pequeña revolución para muchos italianos que pierden meses e incluso años para obtener una respuesta oficial y se fijaron plazos sobre el silencio administrativo.
La lucha contra la corrupción se ha fortalecido. La legislación se ha puesto en marcha para luchar contra la explotación de los trabajadores agrícolas y contra el despilfarro de alimentos. Algunos impuestos se eliminaron o redujeron, pero la gran reforma fiscal prometida no se hizo. AP