Algunos especialistas en educación sostienen que por lo general, ellas suelen ser más aplicadas y logran notas más altas en las actividades y asignaturas donde se pongan en juego las aptitudes relacionadas a lo verbal- expresivo. Otros, en cambio, aseguran que en realidad lo que determina el rendimiento escolar de cada estudiante no es el género, sino los factores culturales y familiares.
Lo cierto es que más allá de las diferentes posturas teóricas desarrolladas sobre el tema, existe la percepción de que las niñas y adolescentes logran promedios merecedores en el cuadro honorífico de la Bandera Nacional de manera más asidua que sus pares varones.
Entonces, el interrogante se plantea: ¿existen diferencias entre alumnos y alumnas al momento de rendir materias, hacer los deberes y socializarse con sus pares?
En el ámbito oficial no existen estadísticas al respecto. De hecho, desde la Dirección General de Escuelas (DGE), indican que desde hace muchos años estos datos no se sistematizan. Livia Sandez, subsecretaria de Planeamiento de la Calidad Educativa, destaca que esta creencia "ha quedado en un mito" y que la cantidad de abanderados y escoltas se divide por igual en las escuelas de la provincia entre varones y niñas.
Niñas, ¿más aplicadas?
El psicopedagogo e investigador Alejandro Castro Santander tiene un punto de vista distinto al de Sandez. Sustentado en diferentes estudios dedicados al tema, el investigador confirma que en general las niñas tienen mejor rendimiento debido a que son más aplicadas a la hora de estudiar.
La teoría que argumenta esta hipótesis se basa en las posturas académicas que establecen una relación entre el género al que se pertenezca y el desarrollo de determinadas áreas del cerebro.
"Esto no significa que siempre sea igual y para todos. Pero sí hay una tendencia de las chicas a ser más organizadas y sistemáticas que los chicos, sobre todo en la escuela primaria", explica Castro Santander y diferencia que por ejemplo ellos, por lo general tienden a esperar un poco más a último momento para hacer las tareas o estudiar.
En ese sentido, el factor cultural no queda al margen, puesto que en una sociedad signada por estereotipos, suele suceder que a los niños y adolescentes considerados más estudiosos y aplicados se los excluye de los grupos en los que esta cualidad está mal vista.
Santander explica que a diferencia de los países desarrollados, en el nuestro -al igual que en toda América Latina- se cataloga como el 'patito feo' al chico estudioso, que levanta la mano, que pide permiso o aporta algo a la clase.
Eso termina en algunos casos, trabando su desempeño para no quedar alejado de sus pares. De hecho, el especialista destaca que se ha sabido de casos en los que el alumno termina por rechazar su mención como abanderado o escolta de la escuela para no quedar catalogado de esta manera por sus compañeros.
Este clima, indica el experto que ha realizado numerosos trabajos en relación con la problemática de la violencia escolar, es un claro indicador de que dentro de las aulas se ponen en juego dinámicas complejas que boicotean el éxito académico.
Los docentes y directivos de diferentes escuelas mendocinas plantean puntos de vista disímiles y se remiten estrictamente a la realidad de las comunidades educativas en las cuales se desarrollan.
Alejandro Ahumada, director de la escuela albergue San Alfonso María de Ligorio (Lavalle) dice que no se notan diferencias en cuanto a lo pedagógico entre niñas y niños. "Pero es verdad que las nenas en general son más ordenadas y cautas y eso les juega a favor al momento de hacer las tareas".
Los varones por su parte, aclara Ahumada, necesitan siempre alguna novedad, algo que les despierte curiosidad a la hora de estudiar materias relacionadas, por ejemplo, con las ciencias sociales. Ellas, en tanto, muestran algo más de interés y "vuelo" cuando se trata de producir textos. "Se fijan más en los detalles; pero la diferencia es muy pequeña", aclara.
Entre los resultados para América Latina de la prueba internacional PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) fue justamente ese aspecto uno de los más destacados en lo referente a las diferencias entre los géneros de los estudiantes de tercer año: los alumnos argentinos demostraron estar un año más atrasados en lectura en comparación con sus compañeras de sexo femenino.
Exigencia social
A nivel nacional e internacional existen investigaciones de distintos autores que eligen cierta cautela al referirse a las diferencias entre los sexos en relación con el rendimiento y la capacidad escolar. Estas posturas científicas buscan desmitificar las categorizaciones existentes sobre el tema y apuntan a la equidad entre los géneros en materia de educación, dejando de lado cualquier estereotipo.
Mónica Matilla, doctora en Educación, analiza que en realidad no existen diferencias significativas entre niños y niñas al responder a preguntas que demandan comprensión cognitiva. Por lo tanto, explica, no es posible considerar la variable cognición o inteligencia para justificar la diferencia del rendimiento escolar entre varones y mujeres.
Lo que sí puede existir, desde las investigaciones analizadas por la experta, es que haya diferencias en los rendimientos escolares debido a que persisten creencias colectivas que asignan a ellas cualidades como la responsabilidad y dedicación.
"Esto podría generarles una imagen positiva de sus posibilidades. A su vez, esto colaboraría para que ellas se esfuercen en cumplir con las expectativas de sus padres y docentes", profundiza Matilla y destaca que el rendimiento escolar "debe considerarse como el resultado de la influencia dinámica de factores físicos, afectivos, cognitivos, conductuales, ambientales, contextuales y comunicacionales que interactúan en el ámbito escolar".
El contexto, el gran determinante
Amalia Vergara, quien se desempeñó varios años como directora de las escuelas Francisco Correas (Luján de Cuyo) y Normal Tomás Godoy Cruz, destaca que a lo largo de toda su trayectoria notó la importancia que guarda el apoyo de la familia en el rendimiento de los estudiantes, más allá de que sean varones o mujeres. "He tenido excelentes alumnos varones y niñas por igual, creo que el género no influye en el rendimiento", destaca la ex docente.
Daniel Palta es profesor de historia de diferentes colegios secundarios de la provincia. En base a su experiencia, el docente coincide con Vergara y destaca que el desempeño educativo "es relativo a la materia, a la persona, a su realidad familiar, al año escolar, al grupo de pertenencia e inclusive, al momento del día". Pero nunca al género. Lo mismo confirman las directoras de las escuelas Abelardo Vázquez (secundaria) y Pedro Molina Henríquez (primaria).
"No veo que haya diferencia alguna entre niños y niñas en relación con su género. A veces tenemos niñas que son muy prolijas y varones que son muy eficientes pero también se ve esto a la inversa", destaca Dora David, directora de la última escuela.
Frases destacadas
“Hay una tendencia de las chicas a ser más organizadas y sistemáticas que los chicos”. (Alejandro Castro Santander - psicopedagogo, investigador)
“El desempeño es relativo a la materia, a la persona, a su realidad familiar e inclusive, al momento del día”. (Daniel Palta - Profesor de Historia)
“He tenido excelentes alumnos varones y niñas por igual. Creo que el género no influye en el rendimiento”. (Amalia Vergara - Ex directora de escuelas)
