“Relato soñado”: imágenes del deseo de lo prohibido

Arthur Schnitzler escribió esta novela que sirvió de inspiración a Kubrick para su último filme: “Ojos bien cerrados”.

“Relato soñado”: imágenes del deseo  de lo prohibido
“Relato soñado”: imágenes del deseo de lo prohibido

Una vez que su pequeña hija se ha dormido leyendo, Albertine retoma la conversación que tenía con su marido, Fridolin, y le cuenta que durante el verano anterior, en Dinamarca, una noche, en la terraza del hotel donde se hospedaban, se había fijado en un hombre elegante que conversaba con unos soldados. Era el mismo hombre que en la recepción del lugar la había mirado de arriba abajo, haciéndole sentir una extraña agitación. Albertine había pensado todo el día en ese hombre. Le confiesa a Fridolin que habría sido capaz de abandonarlo para irse con el extraño. “Amado mío, aquí me tienes”, le habría gustado decirle. Pero esa noche sonó un teléfono y el hombre se levantó de la mesa y se fue.

Parece ser un recuerdo, pero podría ser una fantasía, un sueño, una mentira, un celo, una banalidad. Es una de las primeras escenas con que está entretejida la trama de "Relato soñado", novela breve que Arthur Schnitzler (1862-1931) publicó en 1926. En ella ninguna escena responde directamente a la anterior, ni llega al fondo de la verdad, sino que se encuentra levemente desplazada, y se desvía en una suerte de relato onírico.

Circos, disfraces, confesiones, sociedades secretas, muerte: “Relato soñado” es más una novela sobre las motivaciones ocultas que su desciframiento. No hay rostros detrás de las máscaras. Es un sueño hecho de sueños, una pesadilla de deseos sin consumar.

Jakob Hinrichs (1977), diseñador gráfico e ilustrador formado en Berlín, muy reconocido por sus trabajos para New York Times, Washington Post o The Guardian, dibujó a partir del relato de Schnitzler su primera novela gráfica, editada en un libro que incluye la versión original.

No provenir del mundo de la historieta le permitió a Hinrichs trabajar con una gran libertad formal. Quitó, agregó y modificó secuencias de la trama, sin resentir su notable pregnancia narrativa. Los referentes audiovisuales los buscó en la historia del arte.

"Traté de incorporar a mi estilo y a mi lenguaje visual a autores expresionistas alemanes de la Neue Sachlichkeit como George Grosz u Otto Dix", aseguró Hinrichs en Buenos Aires, cuando vino a presentar "El bebedor", adaptación a cómic de la novela homónima de Hans Fallada. El trabajo que hace con la tipografía, variando los registros en en una misma voz, como si a esa voz la habitaran varias, señala la vacilación del individuo.

Schnitzler es reconocido como uno de los primeros escritores en lengua alemana en haber utilizado la técnica del monólogo interior. Históricamente, su relato se enmarca en el ámbito político-cultural de la Viena de fin de siglo, momento de crisis en el cual según Carl Schorske se desarrollan las diferentes expresiones de lo que se definió como el surgimiento del "hombre psicológico" y "la crisis del yo liberal", ante la irrupción de "las masas hostiles a la cultura" que intentaban hacer valer su derecho a participar en la vida política.

Para el caso del relato gráfico, escrito casi cien años más tarde, Hinrichs se propuso llevar a cabo un abordaje contemporáneo de la pieza, trasladando la historia a un tiempo más indefinido. “No quería mostrar la Viena de los años veinte, sino darle un aire, un impronta más surrealista. Quería un colorido bastante pop para quitarle el aspecto naturalista”, dijo. El resultado es impecable.

Relato soñado

Autor: Arthur Schnitzler y Jakov Hinrichs.

Editorial: Nórdica libros.

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