Y sí, no hay nada como llegar a casa y tomarte un buen baño de inmersión que te devuelva la energía y sea absolutamente relajante. Acá te damos algunos consejos para que tengás presente al momento de realizarlo y logrés los mejores resultados.
- Primeramente acondicioná el baño, elegí los aromas relajantes y metelos en la bañera. Es conveniente no realizar ninguna actividad en los primeros 5 minutos, lo mejor es que dejés la mente en blanco y comencés a controlar la respiración para conseguir relajarte.
- Una vez que hayan pasado esos 5 minutos de relax comenzá a masajear tu cuerpo con un guante suave, en dirección al corazón, para favorecer la circulación sanguínea.
- Una vez que has finalizado el baño relajante, es conveniente que tomés una ducha de agua fría en forma ascendente, empezando siempre por los pies, luego por las piernas y así hasta completar todo el cuerpo, ya que te sirve como un masaje estimulante.
- Tené presente siempre que un baño relajante no debe durar más de 20 minutos de lo contrario, tendrás como consecuencia que el agua caliente te seque demasiado la piel, en estos casos puntuales es conveniente que apliqués una crema hidratante al finalizar la sesión para que tu piel luzca no solamente relajada sino hidratada, brillante y muy suave.
UTILIZÁ HIERBAS AROMÁTICAS EN TU BAÑO
Las hierbas aromáticas son fundamentales a la hora de la relajación. Conocé alguna de ellas y sus propiedades en la salud:
Albahaca: concentra importantes propiedades sedantes: calma los nervios y actúa contra la intranquilidad, el insomnio y la migraña nerviosa. Posee un efecto analgésico y antiinflamatorio, ideal para calmar diversos problemas en los músculos y los huesos. Para tal efecto, el aceite esencial de albahaca puede incorporarse en un baño de inmersión, facilitando la distención y el buen descanso.
Cilantro: contiene dos sustancias (el borneol y el linalol) que estimulan la digestión y ejercen un efecto relajante en caso de espasmos y dispepsia. Las sustancias que componen sus frutos y, en especial, su aceite esencial, aportan un gran poder depurativo Romero: sus hojas son ideales para activar el sistema circulatorio y estimular el nervioso. También son excelentes para el reumatismo, dolores menstruales y de cabeza, amenorrea, jaquecas y migrañas. Sus aceites esenciales regulan las disfunciones de la vesícula biliar y estimulan la secreción de la bilis
Lavanda: su aceite esencial es básicamente sedante y antiséptico, fue utilizado en muchos hospitales para ayudar a los enfermos a lograr una mejor calidad de sueño.
Romero: es un equilibrador de la transmisión del sistema neuro-funcional, desde el aspecto mental refuerza la memoria, evita la somnolencia y ayuda a la concentración. El Aceite Esencial de Romero se utiliza en baños de inmersión o en ambientes para personas que se desarraigan con facilidad transformándose en hurañas, quienes suelen esquivar a los demás y terminan de esta manera aislándose.