Comenzó un nuevo juicio contra dos productores agrícolas que habrían robado y privado de su libertad a dos periodistas del Canal 7 en una finca de Los Corralitos, en 2011, cuando iban a cubrir un presunto caso de explotación laboral infantil.
La Corte local ordenó hacer un nuevo juicio, luego que, en noviembre de 2013, los jueces de la Tercera Cámara del Crimen desestimaran un acuerdo entre partes, considerando ese arreglo como "una idea (jurídicamente) repugnante": el periodista Julián Chabert iba a recibir 70.000 pesos, lo mismo que el camarógrafo Raúl "Rulo" Salazar, en tanto que el multimedios Uno iba a embolsar más del doble: 190.000 pesos. Además se cerraba la parte penal con el dinero del juicio civil.
Los abogados que orquestaron esta "solución del conflicto" se habían "olvidado" de otra víctima, la más vulnerable de todas: Reina Isabel Ciagura, una trabajadora golondrina de nacionalidad boliviana que también habría sido encerrada por los productores Horacio y Antonio Isgró, quienes ayer volvieron a sentarse en el banquillo de los acusados de la Tercera Cámara del Crimen.
Lo más (jurídicamente) "aberrante" de este acuerdo es que en la práctica atentaba contra la libertad de prensa, dejando el siguiente mensaje: se puede amenazar, golpear, privar de la libertad o romperle una cámara a un trabajador de prensa y luego llegar a un arreglo extrajudicial para evitar una pena de prisión.
Un imputado, más complicado
Ayer, la Tercera Cámara del Crimen, conformada por Laura Guajardo, Horacio Báez y Jorge Coussirat, abrieron el nuevo debate y el fiscal de Cámara Alejandro Iturbide amplió la acusación para uno de los imputados. Ambos llegaron a juicio por robo agravado con arma no habida y por arma impropia, delitos que tienen pena de 5 a 15 años de prisión.
Pero para el fiscal, el padre, debería ser juzgado por robo agravado por uso de arma apta, delito que tiene penas que van de los 6 años y 8 meses de cárcel a 20 años. Frente a este planteo, los jueces determinaron que el debate continúe el viernes que viene.
Por otra parte, en los últimos meses el fiscal pidió que se buscara a la trabajadora golondrina pero la Policía no ha podido dar con ella. Se sabe que estuvo trabajando el año pasado en Río Negro y, llamativamente, en Migraciones tiene dos ingresos al país y ninguna salida.
Golpes, amenazas, encierro
El 29 de diciembre de 2011, Chabert y Zalazar fueron a la finca de los Isgró, ubicada en callejón Carrasco y Ruta 20 de Los Corralitos, buscando a unos inspectores de la Subsecretaría de Trabajo. Mientras entrevistaban a una mujer, llegó Isgró con un arma y luego habría amenazado e insultado a los trabajadores de prensa. Chabert llamó al 911 y entonces Isgró le habría arrebatado el teléfono, aunque la llamada no se cortó por lo que los policías escucharon y grabaron la conversación.
Según la investigación posterior, el dueño de la finca y su hijo, que apareció en ese momento, llevaron a los periodistas a una vivienda donde vivían los trabajadores y allí los encerraron junto a Reina Isabel y los habrían obligado a que se desnudaran, los habrían golpeado y les quitaron la cámara y los celulares.
Los periodistas se salvaron de vivir una situación más grave porque llegó la Policía y los socorrió.