Aunque aún no está definido el horario, y persiste una huelga por tiempo indeterminado de los gremios de la Salud, el Gobierno confirmó que esta tarde volverá a reunirse con los representantes sindicales para retomar la discusión -con las respectivas simulaciones de escalafones y regímenes- de esa paritaria, luego del acuerdo al que se llegó en la madrugada del 1 de mayo, cuando se planteó un aumento del 34,5% directo sobre el básico (que implica un 30,5% real), retroactivo a marzo, y sin el tope de $ 5.500 que en principio se habían planteado para quienes ganan más de $ 18 mil.
El encuentro se realizará en medio de un clima de fuertes controversias, tanto puertas adentro del gabinete de Pérez, por las amenazas de renuncia del ministro de Salud, Matías Roby, como por la acusación pública de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (Atsa) contra el Gobierno, por descartar precisamente ese tope y permitir así que algunos agentes del Estado puedan cobrar "hasta $85 mil".
La expectativa es alta, sobre todo porque si bien ATE y Ampros consideraron "superadora" la propuesta, insisten en que se les devuelvan los días descontados que según la titular de ATE, Raquel Blas, en algunos bonos osciló "entre $2 mil y $7 mil" dependiendo del rango. "Falta acordar lo de la devolución de los días descontados", recalcó Blas. "Nos deben esa respuesta", destacó por su lado Isabel Del Pópolo, de Ampros.
Sobre esto, el gobernador Francisco Pérez confirmó ayer que "no se devolverán los días" y de ese modo coincidió con la postura de Roby quien el sábado pasado advirtió que dejaría su cargo si se concretaba esa devolución.
Pero además Pérez respaldó a Roby en su cargo, a pesar de la crisis relacional que éste tuvo con el ministro de Gobierno, Rodolfo Lafalla y el vicegobernador Carlos Ciurca, artífices del pacto con los gremialistas, en términos opuestos a lo que Roby reclamaba.
Navarro denunció "asco"
El clima en torno a la paritaria de la Salud se enrareció más con la dura solicitada publicada el domingo pasado en medios gráficos por Atsa, titulada "Asco", reivindicando la labor de Roby al imponer el tope de $5.500 para quienes más ganan en ese sector, y responsabilizando a Pérez, Ciurca y Lafalla por el acuerdo "entre gallos y medianoche" logrado con ATE y Ampros, por el cual entienden que se le genera un "daño económico" a la provincia, dado que al eliminar ese tope "muchos" empleados de la Salud cobrarán "sueldos superiores a los $60mil".
El titular de este gremio (minoritario en el sector) Juan Carlos Navarro, se mostró indignado con el acuerdo y la desaparición del tope. "Pregúntenle a un trabajador que cobra $7 mil qué piensa de otro que con el aumento recibirá ahora más de $80 mil", dijo.
El gobernador restó importancia a la acusación y sólo se limitó a marcar "que las diferencias entre dirigentes gremiales la resuelvan entre ellos", insinuando que la pelea es entre los gremios.
Desde ATE y Ampros también minimizaron las denuncias, aunque alguna voz planteó la posibilidad de que el gremialista buscase quedarse con la cuota solidaria que recibe el sindicato que cierre la paritaria, lo que Navarro negó.
Más allá de este aspecto puntual, Del Pópolo reconoció que sacar el tope permite que algunos cobren los sueldos que denuncia Navarro, pero consideró que "es responsabilidad del Gobierno", hacer el seguimiento del funcionario . Por su parte Blas dijo que "sólo un 1%" de los agentes de Salud cobra esos valores "y muchos son cargos políticos". Además ejemplificó con médicos de zonas alejadas como Lavalle, "que con el tope prácticamente no lograban aumento".