Este año no fue la excepción y hay que esperar que pase la Fiesta de la Vendimia para que arranque en serio el año en Mendoza, una particularidad de la provincia que habla mucho de la forma de ser de sus habitantes.
Habrá que esperar y ver qué pasa con temas clave como la definición de un plan para ampliar la matriz productiva, ya no teniendo en cuenta la minería. También definir políticas más concretas para enfrentar la sequía, lo que implicará dinero y obras. Algunos dicen que los que se benefician con el uso del agua se deben hacer cargo de una parte de la infraestructura que falta para mejorar el servicio.
El 81% del agua la usa el agro y dentro de ese 81% la vid se lleva el 44%, los frutales el 19, las pasturas el 11, los productos hortícolas de verano (tomate, pimiento, zapallo, papa, etc.) el 7%, los productos hortícolas de invierno (ajo, lechuga, etc.) el 6 al igual que el olivo. Así entonces, los miembros de una entidad gremial empresaria y algunos políticos y funcionarios entienden que deberían sentarse con los referentes de estos sectores y charlar sobre la financiación de nuevas obras a través de impuestos especiales.
Con respecto a la matriz, un indicador más se sumó a los que ya vienen anunciando que el modelo agrícola, turístico y de servicios está agotado. Es que los salarios promedio de los dos primeros sectores, con gran impacto en el PBG local, están por debajo de la Canasta Básica Total ($ 33.263), la línea que marca la llegada a la pobreza.
Mendoza tuvo en 2019, al igual que el país, la inflación más alta en 28 años, concretamente desde la hiperinflación de 1991 durante la presidencia de Carlos Menem.
Sabemos que la suba de precios ha perjudicado a los trabajadores privados de los sectores que no han logrado mantener el ingreso al ritmo de la inflación. Los que lo pudieron hacer son los de sectores muy pujantes, como el petrolero, o los trabajadores del Estado debido a la cláusula gatillo. Ésa fue la fórmula que permitió a Cornejo mantener la paz sindical. Ahora admite que fue perjudicial para las provincias, pero en ningún momento pensó en eliminarla. ¿Así se prioriza el interés general sobre el particular, como le gusta decir al ex gobernador? ¿Cómo quedaron las cuentas de la provincia después de su aplicación?
Pero es el debate sobre la matriz productiva el que hay que arrancar y liderarlo. Además, después de la vuelta de la ley 7.722, hay que hacerse cargo de los daños que generó que en sólo 10 días se diera marcha atrás con la ley 9209. Es que muchos empresarios -porteños y no tanto- entienden que Mendoza no es un buen lugar para realizar inversiones que dependan de alguna licencia social y dudan de la seguridad jurídica.
Y mientras todo esto sucede, una parte de los bodegueros sigue siendo cuestionada por políticos que tienen la valentía de opinar y objetar acciones de algunas entidades gremiales empresarias del sector. Así es como una vez más la Coviar sigue en el candelero debido a que la legisladora Josefina Canale cuestionó, entre otras cosas, el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI). La diputada oficialista, más concretamente del PD progresista, fue desacreditada por referentes de la Corporación. Una vez más la facción dominante de la entidad no quiere escuchar críticas y descalifican a los que se las hacen. Los errores son siempre de otros; ellos parece que nunca se equivocan. Así entonces, ¿está bien que distribuyan beneficios entre familiares de algunos miembros de la Corporación?
El objetivo estratégico 1 del PEVI es “desarrollar el mercado latinoamericano y reimpulsar el mercado argentino de vinos”. Se sabe que el consumo de vinos perforó en 2018 los 20 litros per cápita. El problema es viejo y tiene muchas aristas pero, al formularlo como objetivo, a la hora de considerar si se cumplió o no, claramente hay que marcarlo como un punto en falta o parcialmente cumplido.
También indicaron en su objetivo estratégico 2, que tenían por fin “apoyar el desarrollo de pequeños productores de uva para integrarlos en el negocio vitivinícola…” El precio del tinto genérico desde 2010 a 2019 cayó 66%; el del blanco genérico, 55%; el del malbec, 52% y el del torrontés, 61%. ¿Cómo harán para explicar que el productor se desarrolló? En función de cómo está redactado el objetivo, se les puede cuestionar lo que sucede con los productores, salvo que piensen que están mejor ahora.
Por otra parte el objetivo de integrar productores fue algo conocido y viejo. Ya lo había propiciado el ex gobernador justicialista José Bordón luego de privatizar Giol a fines de los 80.
La economía nacional ¿ayudó al PEVI? Para nada, pero también hay que analizar qué reacción hubo ante la formulación de objetivos que la coyuntura complicaba. También tengamos en cuenta que en las bodegas trabajan casi 3 mil personas menos que hace tres años, según el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Pero ahora nos ocupan las reinas y aquí también aparecen características de una sociedad resistente a los cambios. Es bueno saber que en San Juan ya no se elige Reina del Sol, ahora es la embajadora. No gana la más linda sino la que presenta el mejor proyecto social para su departamento.
Pero lo que se destaca es el refuerzo de la identidad que hace cada departamento con su proyecto presentado. Por ejemplo, Jáchal busca resaltar su gastronomía, sus costumbres y recetas con sus tortitas jachalleras, tabletas arqueadas y comidas típicas como pasteles, empanadas, locro y chivitos. La Capital presentó el proyecto Mujeres metalúrgicas, que busca capacitar en oficios en los que las mujeres no se han desempeñado. Esto les permitirá emplearse o reparar instalaciones de su vivienda y de su barrio para tener mejor calidad de vida. Ullum preparó el proyecto Food Trucks interlagos, para los turistas que recorren el dique. Además, las embajadoras no usarán corona, capa, ni bastón y se vestirán de sport.
En Mendoza las reinas son elegidas en un concurso de belleza, en un mundo en el que las mujeres no están de acuerdo con que se las cosifique por su aspecto físico, y en el que los “reinados” de las fiestas populares van ganando mala reputación frente la cruzada feminista que busca que se reivindique a la mujer por otros miles de motivos.
“Hay una nueva mirada que tiene que ver con que las maneras de observar y mostrar a la mujer fueron mutando. Respetamos las tradiciones pero creo que tenemos que modernizarnos”. ¿Quién dijo esto? ¿Alguna referente de una agrupación feminista mendocina? ¿Alguna reina de la Corenave? ¿Alguien de la dirección de género y diversidad del Gobierno? No, fue Claudia Grynszpan, ministra de Turismo de San Juan, cuando se consumó el cambio.
Sabemos que la Fiesta de la Vendimia tiene una importancia clave para el turismo y la economía de Mendoza y un fuerte componente simbólico en la cultura de los mendocinos. Si bien esto último pesa mucho, también es importante modernizar y tener en cuenta los cambios que se registran para que los turistas de todas partes del mundo que llegan a Mendoza a ver la Fiesta, perciban que no es una celebración con códigos de otro siglo. Hasta el príncipe Harry y su esposa Meghan quieren abandonar la realeza. Pero lo que sucede con la fiesta y sus reinas quizás nos describe como sociedad: la fiesta casi ni la financian las bodegas y las reinas se creen altezas reales.