Lucas Matthysse tiene sólo una idea fija en mente: regresar a los planos estelares que tenía antes de su cruenta derrota frente a Danny García, y para ello el trampolín será John Molina, estadounidense de ascendencia mexicana.
“La Máquina” Matthysse (34-3, 32 kos) subirá hoy al encordado del StubHub Center de Carson, en los suburbios de Los Angeles (California), para medirse a Molina (27-3, 22 kos) en una pelea en la división superligero, que espera le encamine de nuevo hacia otra oportunidad por una faja mundial.
La pelea será transmitida por DirecTV Sports (canal 612 de DirecTV); televisará en vivo desde las 22,15 (hora argentina) para Argentina y todo el Cono Sur.
El combate sirve de respaldo al estelar entre el estadounidense Keith Thurman, campeón interino peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), y el mexicano Julio Díaz, ex monarca del orbe de la categoría.
Matthysse es el típico boxeador que encanta a la fanaticada por su estilo fogoso de pegar sin cuartel. No por gusto Al Berstein, la Biblia del boxeo profesional, dijo de él que “es el mejor golpeador al cuerpo en Sudamérica y uno de los mejores en el mundo”.
Su carrera iba en ascenso cuando se topó con la piedra de Danny García, una infausta noche de noviembre de 2013 que dice no olvidará jamás. Una fea herida encima del ojo derecho limitó su visión y le hizo recibir un fuerte castigo en los últimos asaltos.
“Yo a Danny le iba ganando, pero la lesión en el ojo me afectó. Con la derrota se me escapó el título, pero por fortuna la gente me sigue pidiendo”, dijo el púgil nacido en Trelew, provincia de Chubut.
Matthysse cayó ante García al cabo de 12 asaltos por decisión unánime, derrota que le descarriló un tanto su ascendente carrera. Con el revés, perdió la oportunidad de conseguir el título unificado superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la AMB.
“Ahora debo ganar esta pelea contra Molina y ver qué viene, aunque yo quiero la revancha con García”, reveló el argentino, de 31 años de edad.
Ante él tendrá a otro púgil hambriento de gloria, y con ganas de aprovechar esta oportunidad para subir la difícil cuesta de un título mundial.
“Molina es un peleador fuerte, seguro que viene hacia adelante. En su victoria por nocaut ante Mickey Bey, vi a un peleador con mucha hambre. Pero confío en mi preparación”, explicó Matthysse.
Molina, también de 31 años y nacido en Covina (California), no se deja amedrentar por la impresionante ficha de nocauts de su contrincante y asegura esta dispuesto a terminar antes del límite con los sueños de regreso de Matthysse.
“No se van a necesitar los jueces. Esto va a ser una guerra que acabará a bombazos”, aseguró el pupilo de Joe Gossen, un entrenador Salón de la Fama que ha encaminado las carreras de varios campeones mundiales.