Contribuir a la felicidad y la salud de la sociedad no es tan difícil ni requiere un gran esfuerzo: impulsando buenos hábitos alimenticios, promoviendo la actividad física y llevando adelante pequeños gestos, como la donación de sangre, podemos marcar una diferencia. Pero esto no es todo:
existen mínimos detalles que tienen un impacto incalculable
.
Un ejemplo de esto es la
sonrisa
: tanto la risa como la sonrisa tienen un gran efecto en nuestro bienestar, proporcionando beneficios para nuestra salud a raíz de una serie de efectos fisiológicos de los cuales no somos conscientes. Pero tal vez lo más importante de este fenómeno es que este pequeño gesto tiene un impacto para el que lo realiza como para el que lo recibe.
Y es que a través de un estudio se logró demostrar que
las personas que reciben una sonrisa de un desconocido se sienten mejor conectadas socialmente
. Y esta pertenencia se traduce en numerosos beneficios, especialmente si tenemos en cuenta que diversas investigaciones han vinculado la soledad con un sistema inmunológico débil.
Una de las ventajas indirectas de regalar una sonrisa es que no sólo estamos beneficiando al que la recibe, sino que además estamos estimulando un
círculo virtuoso
, ya que esa sonrisa recibida puede ser canalizada por la persona a través de posteriores sonrisas o actos transformadores.