La dependencia económica -o de otra índole- es una de las principales aristas que tiene la violencia de género. Se ha planteado en muchas oportunidades como una necesidad ineludible poder garantizar alojamiento a las mujeres que se encuentran en esta situación y en particular a quienes radican una denuncia para evitar que regresen a vivir bajo el mismo techo con los riesgos que esto conlleva.
Sin embargo la varias veces mentada promesa de disponer de un refugio para ellas sigue sin concretarse.
Los primeros datos frescos obtenidos por esta gestión respecto del tema, arrojan que se radican 10 mil denuncias por año por violencia de género. La información de que dispone la Dirección de Género y Diversidad (DGD) indica que 10% de las víctimas de esas denuncias requiere acompañamiento social; de esa proporción, 20% necesita ayuda económica y 5 % albergue. Es decir que serían potenciales beneficiarias de estos establecimientos unas 50 mujeres.
El de los refugios es uno de los principales reclamos de organizaciones defensoras de los derechos femeninos.
Se trata de un tema con cada vez mayor difusión por lo que las denuncias van en aumento por mayor concientización y el empoderamiento de las víctimas. De 2013 a 2015, la Dirección de la Mujer de la Suprema Corte duplicó el número de situaciones que atiende en el Gran Mendoza que pasaron de 1.200 a 2.400. La mayoría son mujeres de entre 30 y 55 años. Las más vulnerables tienen hijos pequeños y no trabajan.
La titular de DGD, Silvina Anfuso, contó que si se cumplen los plazos establecidos en la licitación el refugio estaría listo en 7 meses. Esta fue concretada a mediados del año pasado y las obras comenzaron en setiembre.
Hasta entonces lo que se hace es trasladar a las mujeres a algunas casas dispuestas para tal fin o a pensiones. Sin embargo, la funcionaria aclaró que la primera instancia es solicitar a través de una medida judicial la exclusión del hogar del agresor para mantener a la mujer en su entorno.
Deudas pendientes
En el marco del Día Internacional de la Mujer que se celebra hoy y en consonancia con el contexto social actual este aparece como uno de los temas más relevantes y que demanda medidas inmediatas.
El lema en esta oportunidad establecido por la ONU es "Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género". Pero puede apreciarse que pese a la instalación de estos temas en la sociedad, falta mucho camino por andar para llegar a ese objetivo.
Guadalupe Pregal, comunicadora social y referente entre las militantes feminista y LGTB consideró el refugio como una deuda pendiente entre tantas otras.
Consideró que principalmente hay obstáculos educativos y culturales para mejorar el nivel de equidad. "La mujer tiene que cumplir ciertos roles y cuando se produce la muerte aparece como justificada", comentó y dio como ejemplo de esto el caso de las jóvenes mendocinas, María José y Marina asesinadas en Ecuador y el papel de los medios al analizar el caso cuando se hizo hincapié en que viajaban solas.
Mencionó que "la ley de educación integral de la sexualidad tuvo una aplicación desastrosa", que en los medios persisten cuestiones culturales machistas y que se observa un vaciamiento de los programas que atienden violencia de género.
Por otra parte, dijo que "no hay evidencia real de políticas para cambios", sino que se quedan en la firma de tratados y en los discursivo.
Asimismo persisten ideas machistas internalizadas en hombres y mujeres por eso destacó que mejorar implica un trabajo de construcción. Comentó que ella misma pese a su militancia feminista lucha con los moldes que tiene instalados. Para abocarse al asunto hoy habrá una reunión en la Legislatura en la que participarán los tres poderes en la cual se lanzará la Asamblea por la equidad.
En marzo de 2009 se sancionó la ley Nacional N° 26.485 de protección Integral a las mujeres. La norma apunta a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
Sin embargo para su aplicación era necesaria su reglamentación por parte de cada provincia. Esto no ocurrió en Mendoza y es lo que se proponen lograr con el lanzamiento de la asamblea en cuestión.
Ésta trabajará en función de tres ejes. Uno de ellos es lograr un ordenamiento del sistema que direccione a las mujeres que ingresan a él pidiendo ayuda y las consecuentes medidas. "Hay mucha confusión institucional (...) para que la mujer sepa qué va a suceder es necesario tener claridad ", explicó Anfuso.
En este sentido la idea es armar foros territoriales para que se planteen las necesidades particulares y en función de esto generar los procedimientos y dispositivos necesarios. Los otros dos aspectos a fortalecer son la equidad en el ámbito laboral y la representación en los ámbitos de decisión.
Para la funcionaria es necesario dar un debate sobre la modificación del Código Penal que actualmente no tipifica la violencia de género salvo en caso de femicidio. Consideró que al hablar de derechos de las mujeres hay que hablar de pobreza y distribución de la riqueza, ya que ellas son mayoría entre quienes tienen pocos recursos y acceden a trabajos peor calificados.