Las 1.109 viviendas que se construirán por el plan Procrear en los terrenos ferroviarios de la Sexta Sección, se constituyen en el emprendimiento habitacional más importante de la provincia y probablemente uno de los principales del país dentro de esa operatoria nacional, con excepción de uno en Buenos Aires.
La obra comenzó hace semanas y en este momento es incesante el ir y venir de camiones bateas extrayendo tierra para hacer las fundaciones del conjunto de torres, 18 en total, que se levantarán en el lugar, situado entre las calles Tiburcio Benegas, Suipacha y las vías del proyectado Metrotranvía a Las Heras.
En materia de tránsito, se estudia ampliar la semaforización y contar con la apertura de la calle Godoy Cruz, tarea que está en curso, aunque no hay inauguración a la vista. En cuanto, a los ingresos y salidas de vehículos se harán por Tiburcio Benegas.
Además, el municipio capitalino está planteando la apertura de calle Moldes hasta Perú, atravesando el terreno del plan Procrear y será pública.
Los 1.109 departamentos de uno, dos y tres dormitorios, se repartirán en varias torres de 12 pisos, que dispondrán de cocheras subterráneas, áreas de servicios y comercios dentro del mismo predio, de unas 9 hectáreas de extensión.
El proyecto, con una inversión inicial de más de $ 750 millones, ha sido licitado por la Nación y 3 grupos de empresas se han adjudicado la construcción del “pequeño” pueblo, donde a futuro habitarán unas 5.000 personas.
Se consultó a la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza si ese volumen de construcciones y el desplazamiento de sus moradores, causará un gran impacto en el área elegida.
Es un temor que tienen no pocos de los vecinos de las inmediaciones, que en general ponderan, y también expresan su temor de un desborde en la zona.
La encargada de responder fue Laura Profili, secretaria de Infraestructura de Capital. “Nosotros -dijo la ingeniera- autorizamos las actuales excavaciones y se están cumpliendo los trámites normales de cualquier emprendimiento privado”.
Sobre la evaluación de la posible afectación de esta megaobra al entorno, Profili explicó: “Pensamos que el emprendimiento dará un impulso de mejora y desarrollo a un espacio que estaba deprimido.
Funcionará como un gran complejo, con pocos vecinos, limitado por 2 calles (Tiburcio Benegas y Suipacha) y la traza del Metrotranvía. Habrá suficientes espacios verdes y el área está provista de infraestructura”.
¿Qué pasará con la mayor demanda de agua, cloacas y energía eléctrica que habrá en el lugar?, fue otra consulta a la secretaria. La funcionaria municipal indicó que cada una de las empresas de servicios dio su factibilidad y exigió obras de refuerzo.
“Se ha solicitado -agregó- a las contratistas algunos trabajos para reforzar las redes respectivas. Ecogas ha pedido una estación reductora de presión y un refuerzo de las cañerías que bajan hasta el predio.
Edemsa ha requerido varias subestaciones y Aysam ha demandado la ejecución de una colectora cloacal importante, que llegará hasta la avenida San Martín.
Los 3 sectores en los que se dividió la ejecución de los unidades habitacionales fueron tomados por los grupos que ganaron la licitación: OHA Lauggero (UTE), que ejecutará 520 departamentos; Ceosa Tolcon (UTE), responsable de 404 unidades, y Petersen Thiele y Cruz, a cargo de 185.
Para distribuir esa cantidad de hogares, la primera de las firmas levantará 9 edificios (planta baja y 12 pisos) y 6 “cintas” o “tiras” de viviendas de 5 pisos, que dentro del léxico arquitectónico se denominan conjuntos habitacionales.
El grupo Ceosa por su parte hará 6 torres (de la misma altura) y 4 “cintas”. El grupo Petersen se encargará de 3 torres y 2 “cintas”.
La dimensión de la operación inmobiliaria, lo brinda el hecho de que para una sola de las fundaciones -la correspondiente al proyecto OHA- exigirá una excavación de 60.000 m3. El material que se extraerá por ese método implicará hacer 3.000 viajes de camiones bateas, que cargan 22 m3 cada uno.
La dirección técnica de la obra en su conjunto la ejerce una consultora que contrató el Banco de la Nación. Y la Municipalidad capitalina realiza la supervisión de acuerdo a las normativas de la repartición.
Arquitectos evalúan el impacto
Carlos Boetto es el presidente del Colegio de Arquitectos de Mendoza. Sostuvo que la institución no fue consultada para este importante proyecto y que por eso brindaba su opinión a título personal. “La entidad se pronunciará más adelante”, aclaró.
El profesional dijo que tiene sensaciones ambiguas, “de 50% y 50%”. Reconoció que una intervención como la que se está iniciando ayuda “a ‘compactar’ las ciudades, haciéndolas más sostenibles al eliminar los vacíos urbanos”.
Mencionó que una ocupación de 400 habitantes por hectárea, como aparentemente habrá, “es una ocupación aceptable. Lo que veo que las redes de servicio son viejas”.
Confesó que hubiera sido interesante que el Colegio de Arquitectos hubiera sido consultado. “No sabemos si hubo estudio de impacto ambiental y qué resultados dio”.
Los moradores del área tuvieron similares reparos. El vendedor de autos Raúl Giménez piensa que “habrá mejoras por aquí y las propiedades se valorizarán”.
María Alessandra teme por la saturación vehicular ante el incremento de usuarios, y Ana Mercado espera que no falte ni agua ni luz frente al futuro crecimiento poblacional.