El Gobierno lanzó ayer su proyecto de reforma tributaria que deberá ser aprobado por el Congreso antes de fin de año, con una baja gradual de la presión del Estado sobre la economía que alcanzará al 1,5% de PBI en un plazo de cinco años.
El objetivo de esta reforma es quitar carga tributaria a los consumidores a medida que también disminuye la inflación y a las empresas para que generen empleos registrados, el mayor paliativo -según el Gobierno- para reducir la pobreza.
El lunes arrancará una dura negociación con los gobernadores, a los que no sólo les pedirán rebaja de Sellos, Ingresos Brutos (que alcanzan hasta el 8% a un promedio del 4%) y la eliminación de “aduanas interiores” sino que también les ajustarán el gasto por inflación con los cambios a la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Se prevé que esta reforma tendrá un impacto de sólo 0,3% del PBI, porque bajará la evasión y crecerá más rápido la economía (medio punto del Producto adicional por año hasta 2022).
Si bien se conocieron algunas precisiones sobre los cambios, todas están sujetas a revisión del Congreso y, luego, de la reglamentación que hará el Ejecutivo cuando tenga la ley sancionada, que podría ser a fines de este año o en febrero, en sesiones extraordinarias.
Para motivar inversiones y contratación de personal, se reducirá del 35% al 25% el impuesto a las Ganancias no distribuidas y reinvertidas entre 2018 y 2022.
Los impuestos al trabajo (seguridad social) pasarán de entre 17% y 21% a entre 0% y 19,5% en cinco años. Se establece para ellos un mínimo no imponible de $ 2.400 de salario bruto para las contribuciones patrona les en 2018 con incremento hasta $ 12.000 en 2022, con un ajuste adicional por inflación.
Eso le bajará a las empresas el costo de contratar un empleado, por lo que se verá incentivada la formalización del empleo, principalmente en los trabajadores de menores ingresos.
El impuesto sobre créditos y débitos bancarios (cheque) podrá ser utilizado como pago a cuenta de Ganancias, hasta que desaparecerá.
Renta financiera
Para dar un toque de equidad al sistema, el Gobierno decidió que el impuesto a las Ganancias será extendido a rentas obtenidas por personas humanas de activos financieros, dado que las jurídicas ya pagaban. Por ejemplo, un plazo fijo pagará una tasa (aún no especificada) a partir de lograr un rendimiento anual de $ 52.000.
La alícuota será del 15% para los rendimientos provenientes de títulos en dólares o indexados.
Autónomos e inmuebles
Se aumentará al doble la deducción especial en Ganancias para los trabajadores autónomos, reduciendo así el diferencial con los trabajadores independientes.
Para fomentar el acceso a la casa propia, el Gobierno eliminará el impuesto a la transferencia de inmuebles. Pero para la segunda vivienda se introducirá un tributo equivalente al 15% sobre la ganancia entre lo que pagó el contribuyente al comprarla y lo que obtuvo al venderla, recién a partir de la vigencia de la ley.
Impuestos internos
Celulares, televisores, monitores y otros productos electrónicos, autos de gama media (hasta $ 800.000) y motos de gama media (hasta $ 140.000) dejarán de pagar impuestos. Las aeronaves, embarcaciones (a partir de $ 430.000) y motos de alta gama (desde $ 140.000) pasarán del 10% al 20%.
El whisky, coñac y otras bebidas pasarán del 20 al 29%; cervezas, del 8 al 17%; espumosos y champañas, del 0 al 17%; vinos, del 0 al 10%; gaseosas, del 4 al 17% para aquellas con azúcar añadida.