La Cámara de Diputados debatía esta noche en sesión especial el proyecto de ley de reforma previsional que, según se esperaba, sería aprobado en la madrugada con el respaldo de Cambiemos y de los legisladores referenciados en gobernadores del PJ, tras casi cinco horas en las que la oposición, mayormente kirchnerista, no alcanzó su objetivo de que se suspenda el debate.
El clima de violencia en las inmediaciones del Congreso marcó el inicio de la sesión, situación que motivó reiterados pedidos de la oposición, sobre todo del Frente para la Victoria-PJ, para que el debate se aplazara para otro día, tal como lo habían conseguido el pasado jueves.
Entre los insistentes pedidos para que se levantara la sesión, planteados como cuestiones de privilegio, en lo único que logró imponerse la oposición fue en una solicitud de pasar a cuarto intermedio para que desde la Presidencia de la Cámara se de la versión oficial de lo que sucedía en las calles.
Luego, al reanudarse la sesión, el titular del cuerpo, Emilio Monzó, afirmó que desde el Gobierno se le había informado que se controlaría esa situación a la brevedad y que la "mayoría de los agredidos" pertenecía a "las fuerzas de seguridad".
Así, el inicio del debate del proyecto se demoró cinco horas, en un recinto cuyas gradas permanecieron semivacias debido al fuerte operativo de seguridad dentro del Palacio Legislativo.
Para iniciar la sesión el oficialismo reunió el qúorum reglamentario con la participación de 105 diputados propios, 3 del bloque que encabeza Martín Lousteau, y legisladores que responden a los gobiernos provinciales de Misiones (4), Córdoba (4), Santiago del Estero (3), Entre Ríos (2), Chaco (2), Tucumán (2), Salta (2), Chubut (1) y Neuquen (1), además del sindicalista Alberto Roberti.
Algunos de los opositores, que en la sesión del jueves no dieron quórum, esperaron hasta último momento para ingresar al recinto y lo hicieron junto al titular del bloque PRO, Nicolás Massot.
De hecho, un peronista salteño, una del oficialismo santiagueño y el ahora oficialista Alfredo Olmedo ingresaron y se sentaron, mientras Monzó daba inicio a la sesión.
Una vez habilitada la sesión ingresaron los legisladores del massismo, el kirchnerismo, el Movimiento Evita, la izquierda, el peronismo puntano y los opositores a la reforma del fragmentado bloque Justicialista.
Los diputados que se sumaron para dar quórum, en relación a la sesión de hace cuatro días, pertenecen a las provincias de Salta, Entre Ríos, Neuquén y Chubut.
Los nuevos aportes al quórum se comenzaron a gestar en la reunión realizada el viernes en Diputados entre mandatarios provinciales y representantes del Poder Ejecutivo y del oficialismo parlamentario.
Con el compromiso del bono de compensación para los jubilados, trece gobernadores manifestaron hoy su respaldo a la reforma en otra reunión que mantuvieron -minutos antes del inicio de la sesión- con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en el despacho de Monzó.
Al encuentro asistieron los gobernadores María Eugenia Vidal (Buenos Aires); Gerardo Morales (Jujuy), Eduardo Valdés (Corrientes), Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Casas (La Rioja), Juan Manzur (Tucumán), y Domingo Peppo (Chaco).
También, Rosana Bertone (Tierra del Fuego); Alberto Weretilnek (Rio Negro); Mariano Arcioni (Chubut); Hugo Passalacqua (Misiones) y Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad de Buenos Aires).
El debate del proyecto se inició con el discurso del macrista Eduardo Amadeo, presidente de la comisión de Previsión y Seguridad Social, quien aseguró que "en su escencia es público, solidario y sustentable" y detalló que con el nuevo sistema de actualización trimestral, en base al aumento de precios y de salarios, los jubilados "van a cobrar en el 2018 un 22 por ciento de sus haberes, es decir cinco puntos más de la inflación prevista para el próximo año".
"Llegamos al recinto en medio de una campaña de falsedades, que ha generado de manera injusta mucha gente que cree que de aquí va a salir una decisión que va a empeorar su nivel de vida", y que "son los mismos que le produjeron miedo a la gente diciendo que íbamos a sacar la AUH y a privatizar la educación y cerrar hospitales".
Por el Frente para la Victoria-PJ, Luana Volnovich adelantó que su bloque "rechaza este proyecto", y se mostró confiada en que "al final de la jornada se pueda decir 'con los jubilados Nunca Más".
"Este ajuste es inconstitucional; porque hay derechos adquiridos y debemos garantizarlos", expresó; para remarcar a continuación que "éste gobierno es débil con los fuertes y fuerte con los débiles, porque son cobardes".
En nombre del Frente Renovador, Mirta Tundis, remarcó: "Dicen que la ley no vulnera ni afecta los derechos de los mayores, sin embargo afecta los derechos humanos del sector alcanzado por esta reforma, que en realidad es un ajuste, es un recorte".
"Es indignante que este Gobierno tome a los jubilados y discrimine. Además, la propuesta del Frente Renovador no fue tenida en cuenta por la Comisión. ¿Por qué" Porque hay una intencionalidad: el ajuste", aseveró.
Por su parte, el diputado por Evolución Radical, Martín Lousteau, cuestionó también la iniciativa al opinar "con este proyecto se les da a los jubilados mucho menos que lo que se les saca", señaló Lousteau, quien a pesar de estar en contra de la iniciativa dió quórum para el inició de la sesión.
Por el bloque Justicialista, sector que le permitió al oficialismo alcanzar el quórum y que le facilitaría los votos para la aprobación de la ley, el salteño Pablo Kosiner enfatizó: "Hay una realidad y es que hay 23 de 24 gobernadores que han firmado este pacto y nosotros nos hacemos cargo. Es mucho más fácil no hacerse cargo".
"Como oposición al gobierno del presidente Macri pero también como parte de un espacio político que quiere la paz y el crecimiento de este país estamos dando este debate", continuó.
Luego del tratamiento de la reforma previsional, la Cámara baja tiene previsto continuar con el debate de la reforma tributaria y el revalúo impositivo, entre otros.