Reforma Previsional: ¿Con cuánto me voy a jubilar?

Un trabajador promedio debe aportar $ 1,2 millón para su jubilación. El valor corresponde a un empleado en relación de dependencia.

Reforma Previsional: ¿Con cuánto me voy a jubilar?
Reforma Previsional: ¿Con cuánto me voy a jubilar?

Con el nuevo sistema jubilatorio, un mendocino en relación de dependencia con un salario bruto de $ 18.000 alcanzará una jubilación aproximada de $ 14.500 si trabaja 30 años y de $ 16.500 si se mantiene en actividad durante 35 años. Además, tendrá que vivir 80 meses para recuperar lo aportado en toda su vida laboral, que fácilmente superará los $ 1,2 millón.

Para conocer los números en detalle se deben tener en cuenta múltiples variables. Primero, hay que considerar que los aportes no se calculan sobre el total de los ítems que conforman el salario, sino únicamente sobre los “remunerativos”. Es decir que se toman en consideración “sueldo básico”, “título” y “antigüedad”, mientras que se excluyen otros como “gratificaciones especiales” o sumas “no remunerativas” acordadas en paritarias.

Por otro lado, se debe reconocer cuáles son los descuentos que se hacen sobre el salario. Generalmente se habla de "un 17% de aportes", pero es importante entender cómo está conformado ese porcentaje. 

Según lo determina la normativa vigente, los trabajadores deben aportar el 11% de su salario bruto a la jubilación, también conocida como Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), más 3% para Pami y 3% para la obra social. Entre los tres puntos suman el 17% mencionado anteriormente.

A su vez, las empresas deben aportar otro 17,5%. La contadora Verónica Ahumada explicó que de ese valor, "una parte va al fondo jubilatorio del empleado y el resto tiene otros destinos, como el fondo para la Asignación Universal por Hijo".

Un trabajador modelo

Habiendo repasado los aspectos principales de los descuentos jubilatorios, se puede analizar cómo impacta el sistema de aportes en un trabajador común. Para simplificar los cálculos, se considerará un sueldo conformado sólo por “salario básico”, “antigüedad”, “título universitario” y “aguinaldo”, aunque en muchos casos se cobran otros ítems, como “presentismo” u “horas extras”. Además, se hará la suposición de que a lo largo de los 30 años de aportes el salario es el mismo y no hay inflación. Claro está que ese no es el escenario que se presentará en la realidad, pero sirve para reconocer cuánto aportaría dicho trabajador durante toda su carrera con el valor que tiene el peso argentino hoy.

Para hacer la cuenta, primero hay que reconocer cuáles son los conceptos remunerativos del bono de sueldo. En el caso tomado como ejemplo, se parte de un salario básico bruto de $ 18.000. Además, se paga 10% extra por título universitario ($ 1.800) y 1% por cada año trabajado en concepto de “antigüedad”.

En el primer año, el total de conceptos remunerativos sumarán $ 19.800 al mes. Sobre ese valor se calcula el 11% de jubilación ($ 2.178), el 3% de Pami ($ 594) y el 3% de obra social ($ 594), lo que da un total de $ 3.366 de aportes mensuales. Eso quiere decir que en el total de doce meses el trabajador habrá pagado $ 40.392 de aportes por su salario básico.

Sin embargo, a ese valor se le deben sumar los descuentos aplicados sobre el medio aguinaldo de junio y el medio aguinaldo de diciembre. Es importante aclarar que el sueldo anual complementario se ve alcanzado tanto por el descuento de la jubilación propiamente dicha, como por Pami y obra social.

En resumen, durante su primer año de actividad el trabajador tomado como ejemplo habrá hecho un aporte total de $ 43.758.

A partir del segundo año se debe tener en cuenta la antigüedad. En principio sumará solo $ 180 mensuales a la suma de conceptos remunerativos, pero se irá adicionando un punto porcentual por cada año trabajado, lo que significa que en el tercer año alcanzará un 2%, en el cuarto un 3% y así sucesivamente. Esto último lleva a que el monto de aportes crezca cada vez más.

Así, luego de sus 30 años de aporte, el trabajador habrá aportado $ 961.389 en concepto de jubilación, $ 262.197 por Pami y $ 262.197 por obra social. Sumando los tres ítems, dan un total de $ 1.485.783. Sin embargo, la contadora Verónica Ahumada aclaró que "sólo el 11% del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones y el 3% de Pami pueden ser considerados como aportes para el fondo jubilatorio, ya que el pago de la obra social tiene una compensación inmediata mes a mes". 

Restando entonces el aporte por obra social, se obtiene un aporte total de $ 1.223.586 del trabajador a lo largo de los 30 años. Por supuesto que cualquier otra suma remunerativa que se sume al salario puede incrementar ese valor. Si se pagan “horas extras” o “presentismo”, por ejemplo, la base de cálculo será mayor y por ende, los aportes también. Además es probable que el salario se vaya incrementando o disminuya por ascensos o cambios de puesto, pero eso dependerá de cada caso particular.

Cuánto vuelve al bolsillo

Tras aportar más de $ 1,2 millón a lo largo de su carrera, el trabajador querrá tener una jubilación tranquila, pero lo cierto es que muchas veces es una incógnita cuánto va a cobrar efectivamente en su primer mes como jubilado. No obstante, existe una fórmula que permite tener una idea al menos cercana de cuál será el salario de bolsillo.

"Para calcular los haberes de los trabajadores en relación de dependencia se debe sacar un promedio de los salarios brutos de los últimos 120 meses, pero sin tener en cuenta los aguinaldos", señaló Ahumada. En el ejemplo analizado, el promedio de los sueldos de los últimos diez años daría como resultado $ 24.210.

Luego, se debe calcular cuál es el 1,5% de ese monto, lo que en este caso da $ 363,15. Por último, se debe multiplicar ese resultado por la cantidad de años trabajados. Si la persona se jubila en 30 años, entonces debe multiplicar $ 363,15 por 30, de donde se obtiene un valor de $ 10.894,5.

La cuenta no termina ahí. A ese resultado hay que sumarle la Prestación Básica Universal (PBU). Se trata de una suma fija que complementa la jubilación y que se actualiza junto con los aumentos por inflación. Desde el mes pasado, la PBU es de $ 3.619,07. Por lo tanto, el trabajador que ha servido de ejemplo para todos los cálculos, cobrará $ 14.513,57 netos de jubilación, lo que equivale al 59,94% de su salario promedio de los últimos diez años.

Ahora bien, si el trabajador decide seguir en actividad por cinco años más luego de sus 30 años de aporte, entonces podrá incrementar levemente su jubilación. Haciendo el cálculo explicado anteriormente, obtendría una jubilación de $ 16.565,57. La diferencia se debe a que suma cinco años más de antigüedad y en la fórmula multiplica por 35 en vez de por 30 años. Eso sí, llegaría a $ 1.456.182 de aportes a lo largo de su carrera.

Cabe aclarar, que todos los jubilados cobran además una Prestación Anual Complementaria (PAC), que se cobra dos veces al año y equivale al 50% del haber jubilatorio. Básicamente se trata del medio aguinaldo de junio y de diciembre.

Análisis del sistema

Las jubilaciones pueden ser analizadas desde muchos puntos de vista, pero en la mayoría de los casos no reciben críticas positivas. Desde un aspecto estrictamente matemático, se puede destacar que, en el caso analizado, el trabajador tardaría 80 meses en recuperar sus aportes, sin contar lo que pagó la empresa o el empleador por su cuenta.

Para Daniel Garro, economista y director de Value International Group, esa relación marca de por sí una deficiencia en el sistema. "Un sistema de reparto nunca es justo, ya que los activos aportan dinero que no es para su jubilación, sino para la de otro (pasivo). Si se busca la palabra 'solidaridad' en el diccionario, habla de una acción voluntaria, no coactiva, por lo tanto, tampoco es un sistema solidario", indicó.

“Haciendo referencia a los aportes y la retribución, se puede deducir que si la persona vive 15 años más luego de jubilarse, va a cobrar $ 2,8 millones, cuando sólo aportó $ 1,2 millón. Es decir que la diferencia sale de otros bolsillos”, apuntó.

“El único sistema justo es aquel que se base en un esquema de capitalización, donde cada persona ahorre dinero para su propia jubilación, y de la forma que quiera”, agregó Garro.

Coincidió con ese análisis el economista Andrés Koleda, quien analizó brevemente ambos mecanismos de jubilación. "Un sistema de reparto se vuelve una cuenta difícil y tiende a igualar lo que cobran los jubilados. En el sistema de capitalización, en cambio, cada jubilado cobra exactamente lo que aportó durante toda su vida. Una vez completados los aportes, se estima una esperanza de vida y la persona cobra sus ahorros en los años acordados. En mi opinión personal, es más justo este último esquema", comentó.

El doctor en economía Pablo Salvador analizó las jubilaciones desde el punto de vista de quien cobra de acuerdo al sistema que se aplica en Argentina. "Las jubilaciones son realmente bajas si se tiene en cuenta el costo de vida actual. Un jubilado que debe pagar un alquiler, cubrir sus gastos médicos y alcanzar la Canasta Básica Alimentaria (CBA), estará muy ajustado con un salario de poco menos de $ 15.000", opinó.

“Una parte del poder adquisitivo se compensa con las tarifas sociales, pero aun así sigue siendo difícil para los jubilados llegar a fin de mes”, apuntó.

También Garro consideró que "las jubilaciones son demasiado bajas", pero insistió con que eso se debe al propio esquema de reparto. "Si el esquema fuera de capitalización la situación sería diferente, ya que los ahorros van siendo invertidos y las ganancias son capitalizadas. Así, los $ 1,2 millón de aportes serían mayores y además, luego de jubilarse, la persona seguiría dejando el dinero acumulado en forma de inversión", sostuvo el economista.

“Cualquier cosa que haga el Gobierno para compensar el bajo poder adquisitivo de las jubilaciones, como las tarifas sociales, son sólo parches y no solucionan el problema de fondo, que es el sistema jubilatorio en Argentina. Es por eso que en el mundo se va a camino a sistemas mixtos si eran de reparto, o directamente privados si eran mixtos, debido a que el sistema que usamos en nuestro país está en quiebra en todas partes”, agregó.

Para Pablo Salvador, en cambio, el sistema podría funcionar con mayor éxito si los salarios fueran mayores. "El problema es que los sueldos son muy bajos. Eso es lo que lleva a que un jubilado promedio cobre menos de dos Salarios Mínimos Vitales y Móviles (hoy dos SMVM son $ 19.000)", indicó.

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