Muchas personas creen que la aparición del
cáncer
está sujeta a variables alejadas de nuestro control. Sin embargo en muchos casos podemos hacer un esfuerzo por reducir las probabilidades con algunos cambios en nuestros hábitos. La
alimentación
, por ejemplo, es uno de los pilares de nuestra salud, y es un importante punto de partida para aumentar nuestro bienestar.
Así como existen alimentos y preparaciones que predisponen al organismo a padecer diabetes o presión alta, algunas dietas generan grandes beneficios y hasta pueden disminuir las posibilidades de aparición de cáncer. En este punto, los especialistas consideran que
una correcta combinación de frutas y vegetales implica un cuerpo más saludable y a largo plazo puede prevenir distintos tipos de cáncer.
A partir de esta información, el
Instituto Americano para la Investigación del Cáncer
(AICR por sus siglas en inglés) sugiere llenar dos tercios de un plato con legumbres, granos integrales, verduras y frutas. Combinados, multiplican sus propiedades individuales y generan grandes beneficios para el organismo. Además de reducir las posibilidades de padecer cáncer, este tipo de alimentación aporta pocas calorías y permite controlar el peso.