La casa Bustelo, una de las antiguas casonas de San Rafael que formaron parte de los inicios de la ciudad y que integra el patrimonio histórico departamental, continuará en pie luego de varias controversias sobre el futuro del lugar.
Es que luego de idas y vueltas, tras un pedido de permiso para demoler, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que protege el patrimonio: sólo se permite demoler la parte de atrás de la casa y se conservará la fachada, con las dos habitaciones de adelante y la galería de la vivienda que perteneciera a Daniel Bustelo, uno de los pioneros sanrafaelinos.
De esta manera, sus descendientes podrán refaccionar la propiedad siguiendo las pautas establecidas en la normativa y que se consensuaron con ellos. La única condición es preservar este patrimonio cultural arquitectónico e histórico de San Rafael.
Si bien la casona ubicada sobre la calle Comandante Salas, frente a la plaza San Martín y a metros del palacio municipal, en los últimos tiempos alojó a diversas entidades -como la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria y oficinas gubernamentales-, desde hace dos años las deficiencias en su estructura obligaron a desalojarla.
Los estudios de la estructura llevaron a la decisión de demolerla por representar un peligro, pero ahora se buscará preservar la fachada y parte del edificio, parte de la historia del departamento.
Uso privado y público
El proyecto de recuperación, conservación y puesta en valor de la fachada de la Casa Bustelo-Veyretou será supervisado por la secretaría de Ambiente, Obras y Servicios Públicos de la comuna.
Además, prevé que a través de un comodato se cedan las instalaciones para que funcione allí el Chadep (Consejo Honorario Asesor para la Defensa del Patrimonio Histórico), que preside Gladys Kuklis de Mallet.
Así, se aclaró que más allá del uso privado que hagan sus propietarios del resto del inmueble, el espacio que forma parte del patrimonio cultural departamental se recuperará con fines culturales, históricos y turísticos.
Según la ordenanza N° 12.668 aprobada en diciembre de 2016, el Ejecutivo municipal “promoverá la recuperación de la función residencial originaria” de la casa, “permitiendo la coexistencia del uso privado y el resultado del proyecto de recuperación, conservación y puesta en valor”. Además, aclara que se limita el uso del total de la superficie.
De esta manera, la parte trasera de la propiedad se utilizará como playa de estacionamiento. Por eso su actual propietario, Daniel Bustelo (nieto del pionero), solicitó previamente los permisos para demoler, tarea que se realiza actualmente, así como también acordó con los representantes de Chadep.
Los descendientes de Bustelo encaran este proyecto de recuperación sin ayuda económica alguna, por lo que esperan poder solventar los gastos con la playa de estacionamiento. En un futuro quieren construir una edificación que revalorice la historia del lugar.
Como la propiedad continúa en manos de la familia, ellos propusieron que al nombre con el que todos conocen a la vivienda se adicione el de su abuela materna. Así, la casona pasará a llamarse "casa Bustelo-Veyretou".
La casona de uno de los pioneros sanrafaelinos
Daniel Bustelo fue uno de los pioneros de San Rafael: fue bodeguero, incursionó en la ganadería y colaboró en desarrollar la zona.
Dos veces presidente de la Cámara de Comercio de San Rafael, propulsó la lucha contra el desierto convirtiéndolo en tierra fértil, además de luchar porque la región se convirtiera en zona agrícola e industrial.
Fue un visionario que al notar el crecimiento de San Rafael ofreció sus tierras en venta en parcelas, a bajo costo y a largo plazo para que se poblara el lugar.
A esa zona la denominó Colonia Elena, en honor a su hija menor. Allí construyó un canal que nace en el río Diamante y recorre 74 kilómetros, dotando de agua a los campos.