Recortes afectarán la seguridad en Río 2016

El jefe del operativo policial y militar en la ciudad brasileña sede de los Juegos admitió que necesitaría más efectivos, pero no podrá contratarlos.

Recortes afectarán la seguridad en Río 2016

El secretario de seguridad del estado de Río de Janeiro reconoció que los recortes de 550 millones de dólares a su presupuesto representan un riesgo para los Juegos Olímpicos que comienzan en tres meses.

“Mentiría si dijese que los recortes no afectarán nada”', le dijo José Mariano Beltrame a la prensa internacional. “Si tuviese más dinero podría hacer más cosas. En las Olimpiadas será lo mismo. Van a estar trabajando en el filo de la navaja. Me gustaría tener más policías, me gustaría que pudieran trabajar el doble del tiempo en las calles”.

La seguridad está en el tope de la larga lista de preocupaciones para los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica, que también se han visto afectados por el virus  zika, la contaminación del agua en las instalaciones náuticas, la lenta venta de boletos y la crisis política y económica de Brasil en momentos en que la presidenta Dilma Rousseff enfrenta un posible juicio político.

Las finanzas estatales de Río han sido golpeadas por la baja en los precios del petróleo y el gas, fuente de una tercera parte de los ingresos del estado. Al mismo tiempo, el gigante petrolero estatal Petrobras está en el centro de una investigación de corrupción con el país inmerso en su peor recesión en décadas.

Beltrame dijo que Río va a desplegar unos 65.000 policías y hasta 20.000 soldados para proteger los Juegos -el mayor contingente en la historia de Brasil. La cifra es aproximadamente el doble de la fuerza policial en Londres hace cuatro años. Parte de ese esfuerzo está dirigido a prevenir que las pandillas de las favelas lleguen a las instalaciones olímpicas.

Los soldados protegerán las instalaciones, mientras que la policía se encargará del resto de la ciudad.

Beltrame dijo que espera protestas y dijo que la policía va a usar la experiencia obtenida en la Copa del Mundo del 2014 y la Copa de Confederaciones el año previo.

“En cualquier evento de esta magnitud ocurren protestas”, dijo.

Beltrame dijo que los recortes reducirán bonificaciones, pago por tiempo extra y le impedirán contratar más policías. Dijo que el nuevo equipo, tecnología y la integración serán el legado de las Olimpíadas.

Menos policías pudieran significar una respuesta más lenta por la policía, una fuerza más pequeña y una pérdida de espíritu de equipo.
"La moral de la gente se ve afectada", dijo Beltrame. "Pero las instituciones no se detienen".

Los recortes han desalentado a muchos policías. Más de 300 se retiraron en los primeros dos meses del año para evitar reducciones en sus pensiones. El promedio de retiros es de 30 por mes.

Los policías en Río de Janeiro ganan unos 500 dólares mensuales y muchos dependen de bonificaciones anuales que han oscilado entre 1.200 y 3.000 dólares. Pero este año serán recortadas a entre 400 y 800 dólares.

A una pregunta sobre preparativos antiterroristas para los Juegos, Beltrame respondió: “No tuvimos que hacer nada extra desde la Copa del Mundo del 2014. Desde el 2007 hemos tenido el terrorismo como nuestra principal preocupación, independientemente de lo sucedido en Francia, Bélgica o en el Oriente Medio en los últimos años”.

Las tácticas policiales en Río han sido criticadas fuertemente.

Amnistía Internacional dijo en una declaración la semana pasada que al menos 11 personas han muerto baleadas por policías en tiroteos en las favelas desde inicios de abril. Dijo que 307 personas fueron muertas por la policía el año pasado -el 20 por ciento de los homicidios de toda la ciudad.

“Pese al prometido legado de una ciudad segura para los Juegos Olímpicos, los homicidios por la policía han estado aumentando constantemente en los últimos años en Río de Janeiro”, dijo Amnistía.

El ex secretario de seguridad pública Luiz Eduardo Soares fue aún más crítico que Beltrame, diciendo que los recortes presupuestarios son “un desastre”.

“Hemos tenido problemas graves en nuestro trabajo diario, pero nos hemos adaptado bien a situaciones excepcionales como la Copa del Mundo del 2014 y la visita del papa Francisco en el 2013”, dijo Soares. “Pero los recortes afectarán la moral. Los policías están mal pagados, temen demoras en sus pagos y sus horarios de trabajo no son respetados”.

Río de Janeiro usará tanto la policía regular como la policía militar, pero la mayoría del trabajo directo quedará en manos de la policía militar.

“Si no fuesen policías militares, se declararían en huelga”, dijo Soares.

Soares dijo que Río tiene un policía por cada 300 residentes en áreas acaudaladas como Copacabana e Ipanema. Las áreas pobres tienen un policía cada 2.000 residentes.

Soares espera que el desequilibrio aumente durante los Juegos.

“En una crisis económica como ésta, la situación tiende a radicalizarse”, dijo. “Es una decisión política para mostrar la ciudad como un lugar atractivo para los extranjeros. El precio de los recortes será pagado por los pobres”.

La ciclovía trágica no podrá ser ampliada

La justicia de Río acaba de prohibir cualquier nuevo tramo de la ciclovía construida en el marco de los arreglos en la ciudad de Río de Janeiro para los Juegos Olímpicos de agosto, que se había derrumbado parcialmente el mes pasado provocando dos muertos.

“La prohibición afecta a todo el tramo de la ciclovía entre los barrios de Leblon y Sao Conrado con el fin de evitar el riesgo de accidentes de ciclistas y peatones que están obligados a desplazarse al borde de la avenida Niemeyer, por donde circulan automóviles y buses”, indicó el juez Marcelo Evaristo da Silva en su fallo.

Situada al borde del mar, la vía vincula los barrios turísticos de Copacabana e Ipanema con la Villa Olímpica en Barra da Tijuca (zone oeste), un trayecto de unos 25 km.

El nuevo tramo Leblon-Sao Conrado, de 4 km, por encima del mar, fue inaugurado en enero. Costó 12,6 millones de dólares.  Pero el 21 de abril, unos 50 m de la nueva vía se derrumbaron por los efectos del fuerte oleaje, que quebró los pilares que la sostenían. Hasta ahora sólo se prohibió ese pequeño tramo.

La asesora municipal Teresa Bergher presentó una demanda ante la Justicia de Río para que todo el ramal de 4 km sea demolido.

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