Ciudades completamente sumergidas bajo el agua dentro de una burbuja gigante y transparente, rascacielos construidos 25 metros por debajo del suelo, viajes en dron y hasta vacaciones en la Luna y Marte. Esta utopía podría ser posible en menos de lo que se puede imaginar, según predice SmartThings Future.
Las burbujas autosostenidas, equipadas con casas impresas en 3D, así como escuelas, parques u oficinas, emplearían el agua que las rodea tanto para abastecerse de oxígeno como para generar combustible a base de hidrógeno, según "The Telegraph".
Los drones, que podrían convertirse en el método estándar de transporte según los académicos, también permitirían eliminar la necesidad de empacar todo lo necesario cuando uno se va de vacaciones, transportando la casa al completo.
Las casas impresas en 3D estarían equipadas con superficies LED «inteligentes» que se adaptarían a los cambios de humor de los habitantes de forma automática. La tecnología médica avanzada permitiría garantizar a los habitantes de la vivienda el suministro de la medicación necesaria.
Estas casas están además equipadas con un servicio de comida rápida disponible gracias a la impresión en 3D de los alimentos, lo que le permitiría descargar el plato de su cocinero favorito y tenerlo listo para comer en minutos.
Cómo serán las nuevas ciudades
La tecnología actual y los avances que se han producido en las últimas décadas en arquitectura e ingeniería permitan hacer realidad una ciudad submarina. Así lo creen al menos en Shimizu Corporation, que ha diseñado las “Ocean Spiral”, ciudades submarinas que podrían albergar hasta 5.000 personas. Estas ciudades estarían cubiertas por unas impresionantes esperas flotantes de 500 metros de diámetro, que son la clave de este proyecto.
En total, 200.000 metros cuadrados que se distribuyen en los 75 pisos de la espiral, en los que se construirán hoteles de 400 habitaciones, 1.150 viviendas, espacios de ocio, tiendas, restaurantes y todo aquello que encontramos en cualquier ciudad terrestre. Además, el trabajo estaría asegurado al destinarse una cuarta parte de la superficie a oficinas.
Para entrar en esta ciudad submarina (o para realizar una visita a nuestros familiares o amigos…) se deberá acceder por barco, que nos llevará hasta el “Blue Garden”. En cualquier caso, estas ciudades estarán la mayor parte del tiempo en la superficie del mar, pero en cualquier momento se podrán sumergir para evitar posibles peligros como terremotos y tsunamis. Para ello, se instalará una espectacular espiral de 15 kilómetros que unirá los cimientos de estas mega-construcciones con la base de la ciudad. Gracias a ella, la ciudad se podrá sumergir hasta 4 kilómetros, además de estar asegurada al estar anclada al suelo marino.
Llama la atención que para su construcción se utilizaría resinas, que irán tomando forma con grandes impresoras industriales en 3D. Estas ciudades servirán también para estudiar el fondo marino y extraer materiales. Además, serán respetuosas con el medio ambiente, al ser autosuficientes y no utilizar energías contaminantes.
Aunque todo esto solo sea un proyecto, sus responsables han indicado que es perfectamente factible. Eso sí, el inversión no será precisamente poca, ya que cada una de estas Espirales oceánicas costaría 20.000 millones de euros. La construcción de cada una llevaría 5 años y se espera que la primera construcción podría comenzar en 2030, una vez alcanzada financiación privada y con la tecnología necesaria.