El joven mendocino Saulo Rojas murió en la fundación San Camilo, una granja de rehabilitación para adictos en Pilar, Buenos Aires. Tenía 23 años y su caso desnudó la realidad que vivían muchos chicos internados para salir de las drogas; violencia, acoso, maltrato.
Tras su muerte se imputó al dueño, al director terapéutico y al vigilador de la granja. La causa fue elevada a juicio.
El sábado, su familia, junto a diferentes organizaciones llevaron a cabo un acto para recordar a Saulo frente a su casa en calle Terrada del barrio La Gloria. Pintaron un mural con su rostro para concientizar sobre la violencia institucional y para pedir que se aplique la ley.
La mamá de Saulo, Myriam Lucero, en Canal 9, contó: "El juicio preliminar pasó, donde ellos ofrecieron una probation a la que me negué, no acepté nada de eso porque la idea es que esto llegue a juicio y que puedan expresar lo que sienten y lo que han vivido cada uno de los pacientes que estuvieron en ese lugar. La idea de todo esto es que el fallecimiento de mi hijo no haya sido en vano. Si bien a mí nadie me lo va a devolver, esto es irreversible. Lo que sí se puede cambiar es el después y el tratar de luchar para que a otro no le pase lo que me pasó a mí".
Saulo pasó casi 2 años en la granja de Pilar, sus últimos días permaneció aislado en una especie de celda que estaba oculta. Lo hallaron muerto el 14 de junio de 2013, colgaba de su cinturón de la reja de la ventana. Sin embargo, la investigación apunta a que el desenlace no fue ese.
Por otro lado, la mujer indico: "Quiero visibilizar esta situación, la violencia institucional que hubo en cuanto a todo el tiempo en que mi hijo estuvo internado en ese lugar, no solo mi hijo sino las más de 60 personas que estaban internadas. Este lugar fue clausurado en 2017, después de una ardua lucha porque la verdad que no fue fácil".
"Hay una ley, la 26657 que los ampara, lamentablemente no ha sido tan difundida pero esa ley está desde el 2010. Si eso se difunde, si cada uno de nosotros sabemos nuestros derechos, lo de nuestros hijos, y no solo de adicciones, en todo lo que se trata de salud mental, porque de eso se trata la ley, entonces vamos a saber cuáles son las limitaciones y de esa manera no vamos a permitir que pasen por encima de los derechos de estos seres tan vulnerables, y mucho más en situación de encierro", agregó.
Finalmente, la mujer reflexionó: "Que no les suelten la mano, la adición no es un problema en sí, sino que la adición es problema que surge por otros problemas de base. Entonces, es ahí donde hay que empezar, desde la raíz".