Recientemente ha fallecido el general de Brigada (R) Jorge Edgar Leal, expedicionario al Polo Sur.
Había nacido en 1921 en Rosario de la Frontera (Salta). Estaba casado con Teresita Nelli Glowacki, oriunda de Guaymallén (Mendoza), con quien tuvo tres hijos, Gonzalo Jorge de 60 años, Teresita Laura, de 58 y María de la Nieves, de 51.
En 1939 ingresó al Colegio Militar de la Nación, de donde egresó con el grado de Subteniente de Caballería en 1943. Fundador y jefe de la Base Antártica Esperanza de la Antártida Argentina durante 1953, jefe de las Bases Antárticas San Martín en 1954 y de General Belgrano en 1957.
Siendo teniente coronel actuó como asesor de la Delegación Argentina a la Conferencia Antártica de Camberra (Australia). También formó parte de la comitiva oficial que acompañó al presidente Arturo Frondizi en su visita a la Antártida Argentina, en 1961.
Comandó la primera expedición terrestre argentina que llegó al Polo Sur en diciembre de 1965, después de recorrer 45 días de ida y 21 días de regreso, totalizando 66 días de marcha, recorriendo una distancia total de 2.900 km, trepando alturas de más de 3.000 m con registros de temperaturas inferiores a 40º bajo cero.
La Argentina se situó como el primer país que llegó al Polo Sur partiendo del Mar de Wedell y regresando a él, siempre en el Sector Antártico Argentino.
Con esta misión se cumplió el objetivo principal, que fue "afirmar la capacidad argentina de alcanzar todos los rincones de lo que considera su territorio soberano, buscando afirmar así los derechos de la soberanía territorial esgrimidos por el país en la Antártida Argentina".
El 31 de diciembre de 1969, fue ascendido a general de Brigada, y ese mismo día fue creada la Dirección Nacional del Antártico (DNA), desempeñándose como el primer director entre los años 1970 y 1973.
Desde esa responsabilidad, fue un ferviente impulsor de la adopción y aplicación cabal de la Política Nacional Antártica.
La partida del general Leal nos deja como legado algunas de las mejores páginas de nuestra historia antártica, motivo de orgullo para todos los argentinos, porque fue y seguirá siendo inspiración para quienes, continuando una política de Estado que comenzó hace más de 113 años, contribuyen con esfuerzo a sostener los derechos soberanos y los intereses de la Argentina en la Antártida mediante el desarrollo de tareas científicas, técnicas y logísticas en el continente blanco.
Lo llevaremos como ejemplo en nuestros recuerdos y rezamos por la paz de su alma.
Dr. Juan Carlos Luján
Suboficial Mayor (R) FAA
Presidente Fundación Marambio