Productores tandilenses rompieron el fin de semana su propio récord al elaborar el salame más alto del mundo, que midió 99,5 metros y superó a la Estatua de la Libertad de Nueva York, cuya altura alcanza los 93 metros.
El embutido, de 273 kilos, fue presentado y medido en el marco del Festival de la Sierra, que cerró anoche en esa ciudad bonaerense.
En 2014, el salame del Festival de la Sierra midió 16,1 metros; en 2015, 20,9; en 2016, 28,2; en 2017, 41,9; en 2018, 53,4 y el año pasado llegó a 87,56.
Único en su especie, el salame de Tandil cuenta con la primera denominación de origen del país para un alimento agroindustrial desde 2011, tras 15 años de estudios de factibilidad en los que trabajaron activamente las empresas chacinadoras y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La denominación de origen busca proteger un producto genuino e histórico de la región.
"El clima, las pasturas y el ganado de la zona son claves para la obtención del sabor que distingue a este embutido en el mundo, y que se ha convertido en un clásico de las picadas de los argentinos", señalaron los organizadores.