La firma mendocina de la familia Millán, con cabeza en Mendoza, suma más de un centenar de sucursales en la provincia, San Juan, San Luis y el sur de Córdoba.
Pero también, lamentablemente, tiene el récord de asaltos, a los que se le suman, en solo 48 horas, otros dos. En Las Heras, delincuentes se llevaron unos 4.500 pesos, después de sorprender al cajero de la sucursal de Lisandro Moyano y Mathus Hoyos.
Mientras que un par de días antes, un ladrón se alzó con la recaudación de la sucursal Caucete de la vecina provincia de San Juan, donde la suma robada, según las propias autoridades de la empresa, alcanzó a unos 3.000 pesos.
El robo del conocido supermercado ocurrió el miércoles pasado, minutos antes del cierre del comercio, ubicado en la avenida De los Ríos, frente al barrio Ruta 20, cuando el delincuente ingresó al negocio y apuntó a la cajera para llevarse el efectivo de la recaudación; todo a la vista de los clientes que esperaban ser atendidos.
Según testigos, tras el asalto, el malviviente salió a la carrera para subirse a un auto en el cual, con un segundo sujeto al volante, emprendió la fuga.
El caso está en manos de la Comisaría 9° de aquella localidad.
El historial
La lista sobre denuncias de asaltos, "boqueteros" y robos en los supermercados Átomo es extensa y se remonta a años atrás.
Sin embargo en apretada síntesis se pueden mencionar los que afectaron las sucursales de Río IV, en Córdoba, y ahora la ubicada en San Juan, mientras que dentro de la geografía mendocina los hechos se han reiterado.
Entre los años 2000 a 2002 hubo siete sucursales asaltadas y, entre ellas, en sólo 24 hora, las ubicada en Amigorena, casi San Martín, y la de Capilla de Nieve y Avellaneda, en Guaymallén.
No hace mucho, en marzo de 2014, los delincuentes llegaron hasta la ubicada en Dr. Moreno y Mariquita de Thompson, en Las Heras, como siempre minutos antes del cierre, para apoderarse del dinero existente en algunas de las cajas.
Asalto y muerte
Sin embargo dentro de esta crónica no se puede dejar de mencionar lo ocurrido en diciembre de 2003, cuando tras un intento de asalto a la sucursal de Lavalle (donde sólo se llevaron algo más de 2.500 pesos), fueron asesinadas Silvia Amaya, de 24 años, y su hijita Daiana Torres, de 7.
Las víctimas se encontraban esperando ser atendidas en una de las cajas del súper, a esa hora lleno de gente (a días de las fiestas de la Noche Buena y Navidad), cuando ingresaron los delincuentes y, al parecer ante la resistencia de un empleado, empezaron a los tiros.
Siete años después el caso llegó por segunda vez a juicio y la Séptima Cámara del Crimen terminó condenando a Diego Ramírez y Claudio Sandoval a 24 y 22 años de prisión respectivamente por haber sido lo autores del doble homicidio.
Una seguidilla de robos entre sábado y domingo
En apretada síntesis se concretaron tres asaltos en diferentes escenarios, en uno de los cuales la víctima recibió un disparo. Sólo hubo un detenido y varios prófugos.
En la noche del sábado, Hugo Ortega, de 24 años, fue sorprendido por dos sujetos, uno de ellos armado, cuando transitaba por calle Sarmiento y Pedro Molina de Guaymallén. Tras dispararle, los delincuentes le robaron un celular y la billetera con dinero, y se dieron a la fuga. El joven fue trasladado hasta el hospital Central, donde le diagnosticaron herida de arma de fuego en el abdomen, por lo que quedó internado. La Oficina Fiscal N° 8 tiene a su cargo las actuaciones.
Por otra parte, cerca de la medianoche, en Godoy Cruz, Ernesto Narváez (43), se encontraba atendiendo la estación de servicios Mansilla, de Perito Moreno y Mansilla, cuando fue atacado por dos sujetos que llegaron caminando y le sustrajeron la suma de 3.000 pesos, dinero de la recaudación y un celular, tras lo cual escaparon por calle Paraná al norte. La Oficina Fiscal N° 3 por ahora analiza las imágenes que quedaron registradas en las cámaras de seguridad del local.
Finalmente, ayer domingo, minutos después de las 3, tres sujetos sorprendieron a Juan Espejo (57) quien se hallaba cuidando una obra en construcción en Chacras de Coria. Los malvivientes lograron ingresar y llevarse un caloventor, un bolso grande viaje que contenía cables y tomacorrientes para conexiones eléctricas. Personal policial desplazado hasta el lugar, después de un operativo "cerrojo", logró dar con el trío, que a la carrera abandonó lo robado. Sin embargo, uno de los asaltantes terminó detenido, en la Oficina Fiscal N° 15.
