El mal tiempo obligó a las autoridades provinciales a decidir cortar la ruta 7 a la altura de la zona conocida como Quebrada Seca en Uspallata.
Según informaron desde Gendarmería Nacional, la crecida de un arroyo generó que el camino se llenara de lodo y piedras. El corte se produjo en el kilómetro 1.660, a unos 15 km al oeste de Uspallata.
Desde el escuadrón de Gendarmería ubicado en esa localidad indicaron que no se han producido daños materiales ni tampoco se han registrado heridos por las inclemencias del tiempo.
Sin embargo, algunos de los pobladores de la zona fueron evacuados por precaución.
En tanto, funcionarios del lado argentino solicitaron a las autoridades chilenas que procedan al cierre del paso internacional Cristo Redentor para evitar que sigan transitando autos y micros por la ruta.
Personal de Gendarmería Nacional y de la Policía trabaja en el lugar para evitar accidentes, mientras el Gobierno de Mendoza recomendó no viajar a alta montaña durante este fin de semana por las condiciones climáticas.
Desde el Escuadrón 27 de Punta de Vacas indicaron que el pronóstico del tiempo prevé que seguirá lloviendo hasta mañana inclusive, por lo cual podrían producirse cortes en la ruta debido a desprendimiento de rocas.
El director de Defensa Civil de la provincia, Marcelo Dapás, pidió precaución a la gente que -a pesar de la recomendación de no circular por la zona- vaya a viajar a la alta montaña. Dapás aconsejó que esas personas avisen a sus familiares cuando lleguen a su destino para que en caso de que eso no ocurra, se active la búsqueda correspondiente.
"En Mendoza no llueve nunca, pero cuando llueve cae mucha agua: 100 milímetros de agua caída. Esto hace que no estemos acostumbrados a manejar sobre pavimento mojado o hacer maniobras cuando hay barro acumulado", indicó.
Además, solicitó que la comunidad centralice todos sus pedidos en el 911, ya que de esa manera es más fácil activar el sistema de cuadrillas diseñadas para acudir en casos de emergencia.
El resto de la provincia
La gran cantidad de lluvia caída desde el jueves causó inconvenientes en algunas zonas de la provincia: árboles caídos, cortes de electricidad y varias familias asistidas y otras evacuadas.
Personal de Defensa Civil recorrió ayer los departamentos más afectados para realizar un relevamiento, que no se terminará de cerrar hasta que deje de llover.
En Alvear, 6 familias tuvieron que ser trasladadas a un albergue y otras 50 fueron asistidas con distintos materiales y colchones que entregó el municipio para que pudieran solucionar los problemas que ocasionó la lluvia en sus viviendas precarias. Allí, algunas de las zonas en las que se intervino fueron: en Ciudad, Costa del Atuel, Lago Gorostiaga y barrio Los Ranqueles y en Bowen, barrios Colón, El Cerrito y El Estanque.
Lo mismo ocurrió en Tupungato, donde 2 familias tuvieron que ser evacuadas debido a las intensas precipitaciones y a otras 15 familias se las tuvo que asistir. "Incluso ayer (por el jueves) tuvimos que cortar la ruta 86 y 89 por la creciente. El tránsito estuvo más de dos horas interrumpido", dijo el director de Defensa Civil de Tupungato, Roberto Abogadro.
En Luján de Cuyo, unas 15 familias tuvieron que ser asistidas con colchones, frazadas y nylon.
"En tanto que en San Martín se derrumbó parte de una casita precaria por la humedad, así que esa familia tuvo que ser asistida. No se registraron heridos", explicó Dapás.
