La utilización de rayos X para el diagnóstico y tratamiento se ha extendido de tal modo que se estima que cada segundo se realizan más de 100 procedimientos de este tipo en el mundo. Sin embargo, hoy se conmemora el Día Internacional de la Radioprotección, para concientizar sobre la importancia de proteger a los profesionales de la salud y los pacientes de los efectos nocivos que puede generar la exposición a esta radiación, si no se toman ciertas precauciones.
Desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) detallaron que las personas están expuestas constantemente a dosis pequeñas de radiación, algunas provenientes de fuentes naturales. Pero el 95% de las que se deben a fuentes artificiales se vinculan a los procesos de diagnóstico: radiografías, tomografías, angiografías y estudios de medicina nuclear. También se utilizan rayos X para combatir ciertas enfermedades, como el cáncer.
La radiación de una radiografía de tórax es equivalente a la que irradia el entorno natural durante 10 días. Si bien desde la CACI subrayaron que el beneficio que generan estos estudios y tratamientos es superior al efecto negativo que puede producir la radiación, es importante que se respeten las precauciones necesarias para evitar que tanto los pacientes como los profesionales de la salud se vean expuestos a cantidades excesivas de rayos.
Los que tienen mayor riesgo son los técnicos que trabajan diariamente con estos instrumentos (y no sólo se colocan detrás de mamparas con plomo, sino que tienen chalecos, anteojos y protectores tiroideos con este material). Pero los pacientes también pueden solicitar estas protecciones, en particular las mujeres en edad fértil, para el abdomen y el pubis.
Asimismo, es importante que los equipamientos sean sometidos a auditorías e inspecciones periódicas, para controlar el estado de los mismos y las dosis de radiación que emiten. La entidad nacional estima que menos de la mitad de los centros de diagnóstico y tratamiento cuentan con aparatos modernos, que obtienen una imagen de calidad con menor emisión de rayos.
Según estadísticas del Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos de la Radiación Atómica, se realizan unos 9,9 millones de exámenes de rayos X por día en el mundo, mientras que en el año 2000 se practicaban alrededor de 5,5 millones; lo que muestra el vertiginoso crecimiento de estas prácticas.