Cuando la cebolla sigue su escalada de precios en forma constante, los consumidores tanto a nivel nacional como en la provincia llamaron a frenar la compra de la hortaliza.
“A principio de año el kilo de cebolla estaba a $ 5. Ahora estamos registrando en algunos negocios de barrio ubicados en Godoy Cruz y Guaymallén que la están vendiendo hasta $ 50 el kilo. Si bien hay escasez y la calidad no es buena, hay muchos que se están aprovechando de la situación para elevar los precios. Por lo cual llamamos a que la gente no compre cebolla y la reemplace por otras hortalizas similares como puerro o cebollita de verdeo”, puntualizó Susana Yelich, de Prodelco Asociación de Consumidores
Justamente en una recorrida que realizó Los Andes, el 5 de éste mes, en algunas verdulerías del centro se chequeó que la cebolla promediaba los $ 32 el kilo, mientras que los negocios de la periferia céntrica, los valores estaban algo más disminuidos, con $ 25 el kilo.
En sintonía con Prodelco, desde Protectora, la otra asociación civil de consumidores en la provincia, por el alto precio que tiene la cebolla llamaron a no comprarla.
En un comunicado de prensa, Protectora afirmó que “todos los días sufrimos abusos en los precios que pagamos por los productos y servicios que consumimos. El carnicero sube la carne, después viene el pollo, el pescado, los fideos, la papa, hasta llegar al perejil. Siempre existe un motivo: lluvias, commodities, suba de salarios, impuestos, mayor demanda, cuellos de botella, y otros. Por eso convocamos a realizar un boicot”.
La titular de Prodelco reflexionó sobre la escalada de precios que ha tenido la cebolla a principio de año, superando el 400% y al igual que Protectora denunció la situación “abusiva” para los consumidores.
“Además de cara, la calidad de la cebolla que se vende es muy pobre. Hay negocios que venden cebolla que está podrida. Otra razón más para no comprarla. Nosotros los consumidores tenemos el poder de regular los precios que son exagerados, y la mejor forma justamente es no consumirlos como estamos sugiriendo en éste caso puntual”, apuntó Yelich.
Cabe recordar que el boicot a la cebolla está respaldado e impulsado también a nivel nacional por la organización civil “Consumidores Libres”, su titular Héctor Polino recordó en consultas con la prensa que el programa Precios Cuidados establece que la cebolla blanca tendría que ser vendida a $ 8,20 el kilo en los comercios adheridos.
A propósito desde Defensa del Consumidor del gobierno mendocino, su titular Sergio Rocamora no emitió opinión sobre controles y situación en la provincia sobre el precio del cultivo en Mendoza.
Ahora es una bacteria
Hace unos días atrás Los Andes publicaba que eran las altas lluvias que cayeron en las zonas productoras de cebolla del país, el factor que mayor explicaba la caída de la producción sana en el cultivo. Las producciones evidenciaban caídas terminales por podredumbre en el Sur de Buenos Aires y Norte de Río Negro, las zonas productoras de cebolla por excelencia.
Sin embargo, ahora, y de acuerdo con el dirigente de la Asociación de Productores Rurales de Villarino Sur y productor de cebolla de Mayor Buratovich, Eduardo Juárez la escasez se debe a una bacteria.
Ayer, en declaraciones publicada por la agencia de noticias Télam el directivo agrícola explicó que el aumento en el precio del producto se debe a un problema grave que atraviesa el sector ya que “bacterias están atacando al cultivo”.
Desde su visión éste complejo de bacterias al atacar los cultivos de cebollas atentan contra su calidad y rendimiento. “Este año fue el peor de todos por lo cual se generó un faltante importante para el mercado interno nuestro”, explicó el productor. Juárez apuntó que “esto ha llevado a que los precios se vayan elevando paulatinamente y lleguen a este valor”.
El panorama según el productor no es muy alentador ya que el complejo de bacterias no responden a una enfermedad estacional sino que ya está hospedada en las zonas productivas, con lo cual demandará trabajo y tiempo combatirla.
Empanadas y tartas más caras
El aumento del kilo de cebolla no solo afecta a los consumidores habituales del bulbo, sino que además compromete el negocio de cientos de emprendedores que la compran día a día. Alejandro de Maipú elabora empanadas de carne caseras todos los fines de semana y hasta hace un mes vendía la docena a $ 45.
Hoy, por el aumento del precio de la cebolla, debe cobrar $ 60 por docena. "Hace 30 días conseguía la cebolla a $ 25 por kilo, pero hoy cuesta $ 42. Los clientes no entienden que mis costos suben y que en realidad estoy sacrificando un poco de rentabilidad”, comentó.
Pero en otros productos también se ha sentido el aumento del precio de la cebolla. En casas que venden tartas y viandas, explican que “hemos tenido que subir el pastel de papa por el precio de la cebolla. La gente cree que es por la carne, pero no”. Algo similar sucede con diferentes tartas.