Los tres documentales imperdibles de Netflix sobre Derechos Humanos

"The Act of Killing", "Bridegroom" y "The Witness", disponibles en el canal streaming, cuentan relatos desgarradores que vale la pena ver.

Los tres documentales imperdibles de Netflix sobre Derechos Humanos

"The Act of Killing", de Joshua Oppenheimer (2012). 
Cuando Werner Herzog vio el documental, opinó: "No he visto un film tan potente, surreal y aterrador en la última década". Y tiene razón. Si bien es una coproducción entre varios países, la dupla de realizadores daneses Joshua Oppenheimer y Christine Cynn dirigieron esta joya tan impresionante, inolvidable y desgarradora que ya es considerado "un debes verlo" en las escuelas de cine.

Después del violento golpe de estado militar de 1965, el general Suharto ocupó el poder en Indonesia y no tardó en diseminar uno de los genocidios más aterradores y sanguinarios de la historia del país, destinado a aniquilar a miles de comunistas, reales o sospechosos, a cargo de los muy tristemente célebres escuadrones de la muerte.

Unas décadas más tarde, dos mercenarios de aquella época de miedo, llamados Anwar Congo y Hermán Koto, aceptaron participar como actores y testigos de esta reconstrucción histórica, relatando la crónica de sus noches de asesinatos. Ellos, de modo informal y desenvuelto, comienzan a confesar frente a las cámaras sus torturas, violaciones y asesinatos masivos.

La cámara sigue la actualidad de estos genocidas, pagados por el Estado y su impunidad presente, y paso a paso, mientras describen sus horrendas matanzas, un estado de impotencia comienza a crecer en el espectador hasta la angustia más extrema.

"The Act of Killing" es una mirada que cuestiona sin tapujos a estos personajes sin rasgos de alma, que dan la cara, que están libres junto a aquellas víctimas y supervivientes de aquellos muertos del pasado.
A lo largo de 117 minutos, el documental se vuelve surrealista, desbordado. La verdad oscurísima se revela de forma cruda, pero también casi delirante, y hasta irritablemente kitsch.


"Bridegroom" de Linda Bloodworth-Thomason (2013). 
Shane Bitney Crone planea casarse con Tom Bridegroom en California después de que el matrimonio igualitario fuera aprobado en ese estado, pero la tragedia se interpone en este sueño, ya que su pareja  fallece en un accidente y la familia de Tom se interpone.

"Bridegroom" se centra en lo que sucedió después de aquella muerte. Indaga cómo la gente sin protecciones legales puede encontrarse completamente excluida y condenada al ostracismo, sobre todo por su falta de derechos a tomar decisiones sobre su pareja.

En el caso de la familia de Shane, Tom fue considerado un miembro más, pero la familia de Tom, fuertemente homofóbica, rechazaba por completo esta relación. Tras su muerte, al no haber podido contraer matrimonio, su familia pudo apartar a Shane de un modo que hubiera sido imposible con una pareja casada. Es más, amenazaron a Shane con que el padre y el tío de Tom iban a golpearlo si volvía a intentar involucrarse en los trámites del funeral.

El testimonio de Shane es conmovedor, inspira rabia y abre muchos cuestionamientos sobre la igualdad de derechos de las diversidades sexuales. Este documental está inspirado en una pequeña cinta casera que rodó con una cámara digital el propio Shane al cumplirse un año de la muerte de Tom.

Luego de ser publicada en YouTube, "It Could Happen To You" recibió más de 4 millones de visitas. La realizadora Linda Bloodworth-Thomason se hizo cargo de este relato y terminó convirtiéndose en uno de los documentales más interesantes del año.

"The Witness", de James D. Solomon (2015) 
Kitty Genovese, de 28 años, fue asesinada en su departamento en Queens, a las 3:20 a.m. del 13 de marzo de 1964 y en aquella primera investigación se dijo que al menos 38 personas presenciaron aquella agresión, pero nadie llamó a la policía o trató de ayudar. El hombre que la atacó incluso consiguió huir unos momentos pero se hizo tiempo para volver y rematarla después. En realidad, la mujer muere apuñalada tras tres ataques en la calle y 40 minutos de agonía. ¿38 personas vieron cómo Kitty fue asesinada y ninguna intentó impedirlo?

Días después del asesinato, el New York Times publicó un artículo en el que indicaba que era verdad que hubo 38 testigos al asesinato pero que no se inmutaron al escuchar los gritos. Esta frialdad acusadora era proporcional a la reacción de quienes veían a Kitty a diario y simplemente no hicieron nada para ayudarla.

El hermano de Kitty, Bill Genovese -ex veterano y lisiado de la Guerra de Vietnam- arranca su historia en 2004 y se toma una década para desentrañar la verdad de un caso se que convirtió en un icono, en la cara más cruda y deshumanizante de la apatía urbana. El asesino, Winston Moseley, murió en prisión el pasado mes de abril.

La muerte de Kitty Genovese es la razón por la cual se implementó en el país norteño el sistema de emergencias telefónica, el "911".

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