Recomendaciones para vivir unos días tranquilos

Recomendaciones para vivir unos días tranquilos

El Ministerio de Salud recordó algunos consejos para este receso invernal. Los mismos apuntan a prevenir accidentes domésticos y evitar enfermedades en los chicos que suelen ser frecuentes durante las vacaciones.

Por un lado, se debe tener en cuenta, ante la llegada de los fríos intensos y la consecuente circulación de virus respiratorios, las medidas de prevención generales: el lavado adecuado y frecuente de manos, la limpieza de superficies, la aireación de ambientes, el mantenimiento de la lactancia materna y toser o estornudar cubriéndose la boca con el pliegue del codo, aún es oportuno que se vacunen contra la gripe aquellas personas comprendidas en los grupos de riesgo.

Al mismo tiempo, las autoridades sugirieron concurrir a la consulta médica cuando los niños experimenten síntomas como fiebre, mocos o dificultad para respirar y señalaron que la atención debe ser urgente si los bebés se encuentran decaídos y rechazan el alimento; respiran aceleradamente, con ronquidos o silbidos y se les hunde el pecho al respirar.

Siniestros en el hogar

A su vez, se debe tener presente que el receso escolar altera siempre la rutina diaria y que las vacaciones afuera o adentro del hogar pueden traer consecuencias en la salud de los chicos. Expertos aseguran que durante esos 15 días aumentan los riesgos de sufrir accidentes domésticos y de algunas patología propias de la época. Por eso, se recomienda extremar los cuidados y mantener la supervisión de los adultos sobre los chicos para evitarlos.

Según datos del sistema sanitario provincial los siniestros más comunes en el interior del hogar se producen como consecuencia de caídas, aplastamientos entre superficies o lesiones por máquinas, contacto con calor o la exposición a fuego o humo. Los traumas restantes están relacionados con el tránsito.

Hábitos saludables

Además, las vacaciones necesariamente cambian la rutina familiar y las modificaciones en los horarios pueden agravar malos hábitos alimentarios, como la omisión del desayuno, el saltearse comidas e ingerir alimentos “chatarras” con mayor frecuencia. Asimismo, al no tener que ir al colegio los chicos suelen acostarse más tarde y en esas horas adicionales tienden a comer y beber productos ricos en grasas y azúcares.

No obstante, las vacaciones pueden convertirse en una oportunidad para poner en práctica hábitos más saludables. ¿Cómo? Aprovechando el tiempo extra para introducir algunos cambios que pueden tener gran impacto en la salud de los más chicos.

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