Al hablar de destinos de altura nos referimos a aquellos lugares por encima de los 2000-2500 m. Estos trastornos se conocen con el nombre de "enfermedad por altitud", "mal de altura" o "mal de montaña".
Suelen ocurrir en las primeras 24 horas de estadía en esas alturas o más, y para aclimatarse se requieren varios días en el lugar. Las personas con problemas cardiológicos o pulmonares, hipertensión, obesidad importante, anemia o insuficiencia renal, pueden verse afectados más rápidamente y en peor forma. Consulte a su médico previamente al viaje para prevenir la aparición de síntomas.
¿Cómo prevenirla?
-Tomarse tiempo para el ascenso: aclimatarse es fundamental. A partir de los 3000 m. se recomienda ascender sólo 300 m x día.
-Beber abundante líquido antes y después del ascenso.
-Evitar comer alimentos salados.
-Restringir las actividades en grandes altitudes, hasta que el cuerpo se haya adaptado.
-Evitar enfriamientos y el tabaco.
-Dormir a una altitud que sea menor que la altitud a la que estuvo durante el día. Por ejemplo, si usted esquió a una altitud de 10.000 pies (3048 m) durante el día, duerma la noche antes y la noche después a una elevación de 8.500 pies (2590,8 m).
-Evitar el alcohol, que aumenta el riesgo de deshidratación y los sedantes, que reducen el ritmo respiratorio.
Normalmente todos los viajeros experimentan algún tipo de síntomas al llegar a más de 3000m. Estos se disipan al rato. Si los síntomas persisten, es necesario el descenso inmediato o la consulta profesional.
Si comienza a tener los síntomas, la primera medida efectiva es el descenso de altura. Si el cuadro es más grave, está indicada la consulta profesional inmediata.