La Legislatura tuvo una mañana agitada ayer, que terminó colmando la paciencia de algunos. A raíz de un conflicto con un senador, inconvenientes con el sonido y que los temas a tratar no tienen que ver estrictamente con la pandemia, las sesiones virtuales empiezan a ser cuestionadas.
"Hubo bastante malestar y el sistema si bien resuelve, no es de lo más práctico. En estos días se va a evaluar, pero si el domingo se levantan algunas restricciones, es una posibilidad", reconocieron autoridades legislativas sobre la posibilidad de volver a las sesiones presenciales.
En el PJ están molestos por una situación que vivió el senador Adolfo Bermejo minutos antes de que comenzara la sesión ayer. Según Lucas Ilardo, jefe del bloque peronista, al ex intendente de Maipú no lo dejaron quedarse en el recinto porque solo podían estar los titulares de bancadas, pese a que es el vicepresidente del Senado (por debajo del titular Mario Abed y de Juan Carlos Jaliff, presidente provisional). Bermejo iba a reemplazar a Ilardo porque éste debía retirarse a las 11.30.
"Claramente no van a continuar estas condiciones en las sesiones online, que si tenían una característica era el respeto. Este método se va a rever porque sino sólo continuarán los senadores del oficialismo", expresó enojado Ilardo.
Bermejo se retiró muy ofuscado del edificio; ni siquiera se quedó en su oficina. El hecho llevó algunos minutos de discusión y fue el propio Abed el que pidió disculpas.
Las sesiones tienen algunas complicaciones con el sonido, además hay legisladores que no se acostumbran a trabajar con ruidos molestos. Al momento de votar se les abre el micrófono a todos, el ruido de ambiente es bastante fuerte y se escuchan conversaciones que nada tienen que ver con el orden del día. De hecho, algunos comentaron, por lo bajo, la ansiedad que tienen por volver al recinto.
En el radicalismo prefieren la prudencia. El detalle es que el martes próximo se tratará el desafuero del senador de Protectora Marcelo Romano, que nada tiene que ver con el Covid-19 y para varios el tema amerita una sesión presencial, aunque no quieran decirlo abiertamente.
Lautaro Jiménez, senador del FIT, apuntó contra la modalidad online porque "era una urgencia que la Legislatura sesionara para tomar medidas por la pandemia y eso en las últimas semanas no ha venido pasando".
Qué dicen los diputados
En Diputados los reclamos son menos. Si bien Andrés Lombardi, titular de la Cámara, reconoció que ha recibido pedidos de diputados para volver a la modalidad anterior, "por el momento seguimos con la estrategia de hacerla semipresencial con los jefes de bloque. Si el Senado avanza lo haremos en conjunto".
Desde el peronismo aseguran que da ventajas estar en el recinto con las sesiones semipresenciales, por lo que poco a poco hay que liberar para volver a la "normalidad".
"Más allá de las cuestiones técnicas, ha sido bueno. Al estar los jefes ahí, hay cosas que se pueden resolver en el recinto y más rápido", explicó Germán Gómez, jefe del bloque del Frente de Todos.
Mario Vadillo, de Protectora, planteó la posibilidad de mantener un sistema mixto "que quedara como un híbrido: con un monitor para quienes viven más lejos o están de viaje por temas políticos. Sería un avance porque hemos tenido asistencia perfecta", sostuvo.
Perlitas: anchuras, deudas y exabruptos
Con los micrófonos abiertos, las conversaciones que se escuchan desde Zoom poco tienen que ver con la orden del día. Para algunos legisladores y legisladoras, mientras se está por comenzar la votación, hay temas más importantes que atender.
"La mía tiene 240 de ancho y te sale 145 el metro", se escuchó de la voz de un legislador mientras se preparaba para votar y respondía por teléfono.
Otro caso se dio con respecto a la deuda provincial, en donde otro senador advirtió que "es la primera vez que Mendoza no va a pagar la deuda".
Algunos insultos al aire por la técnica doméstica y el pedido de espera también fueron situaciones que se registraron: "Esto ya termina, esperame", también se oyó a través del canal de Youtube de la Legislatura. Además, claro, de los ya conocidos ladridos de perros o ruidos del propio celular que no se pone en silencio.
Abed, en varias ocasiones, advirtió los ruidos molesto y pidió silencio para poder escuchar la votación, que esta vez contó con un retractado legislador que avisó que se había equivocado de voto.