Reclamos reiterados - Por José Luis Toso

Cornejo habló con Macri y le remarcó otra vez los efectos de la crisis. esfuerzos para que la ucr no deje la coalición.

Reclamos reiterados - Por José Luis  Toso
Reclamos reiterados - Por José Luis Toso

Cuidar el principal gobierno radical del país es la prioridad de Alfredo Cornejo de cara al año electoral. También está atento, como presidente de su partido, a lo que los dirigentes más molestos con el macrismo decidan en el ámbito del radicalismo nacional. Aunque todo dependerá (o debería depender) de lo que algún día resuelva la Convención nacional de la UCR: ratificar o no la permanencia en la coalición Cambiemos.

Dónde y cuándo se realizará, posiblemente dependa en gran medida del tiempismo de Cornejo, que busca evitar impactos fuertes en el oficialismo nacional. Su nueva conversación con el Presidente, que adquirió gran trascendencia en la semana, volvió a tener el tema del clima interno radical como preocupación principal. El que llamó fue Macri, por la noche.

La conversación, según lo que aseguran en el gobierno local, fue en buenos términos. Hicieron ambos un repaso general de la situación económica y social del país y también hablaron de temas electorales. Nada fue planificado, vuelven a aclarar desde fuentes gubernamentales. Y no hubo ninguna resolución.

Como confirmara él mismo a los periodistas, Cornejo volvió a plantearle al jefe del Ejecutivo nacional la preocupación, suya y de su partido en general, sobre la incidencia de la inflación en amplios sectores de la sociedad y el efecto de los ajustes tarifarios de los servicios públicos. No es nada nuevo; es un argumento repetido desde que el mendocino se hizo cargo de la presidencia del Comité Nacional de la UCR. Planteo por el que tanto Cornejo como Carrió en su momento recibieron punzantes criticas del macrismo, que los responsabilizó entonces por haber despertado en la oposición legislativa el instinto para salir a complicar las políticas públicas.

Recuérdese aquella ley para retrotraer tarifas, aprobada con mayoría peronista, que luego el Ejecutivo debió salir a vetar. Ahora pareciera existir mayor preocupación en la Casa Rosada que en aquella oportunidad sobre la incidencia de la descontrolada economía en la gente y en lo que pueda ocurrir cuando llegue la hora de votar.  Sobre el tema que ahora sí parece desvelar más al macrismo, la permanencia de la UCR en la coalición oficialista, Cornejo prometió hacer esfuerzos para que la eventual salida de dirigentes no sea importante.

Reconocen las principales cabezas del centenario partido el valor de dirigentes históricos como Alfonsín y Storani, entre otros, pero a la vez dudan de que tengan el peso y protagonismos suficientes hacia adentro como para lograr  que el partido deje solo al Presidente.

De todos modos, el clima político imperante influye hacia adentro de la coalición y se traslada, por ejemplo, a otros ámbitos gravitantes, como el Congreso. Especialmente en Diputados, los radicales ven con preocupación la pelea radical de Córdoba (Mario Negri, presidente del interbloque de Cambiemos, está inmerso en la carrera electoral cordobesa y su banca espera por él), como también el desorden derivado de esa interna del Pro que llevó al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, a anunciar que no buscará su reelección o que tiene casi al margen de toda participación al líder legislativo del Pro, Nicolás Massot, también herido por los combates de la interna más cercana a Macri.

Todo ese desorden económico y político extiende, inevitablemente, su oleaje hasta nuestra provincia. Aquí, reconocen en el Gobierno que no se observa un horizonte de mejora económica rápida, expectativa que venía alentando el Ejecutivo nacional. Y a pesar de la contracara que dan las encuestas con respecto al escenario bonaerense y nacional, crece el interrogante sobre la actitud de la gente a la hora de votar en virtud de la falta de esperanza de un buen sector de la ciudadanía cuando se la consulta sobre la salida de la actual crisis y las opciones electorales.

Por eso en el equipo de Cornejo admiten que gobernar Mendoza con la carga de la situación nacional se torna cada vez más difícil. “Hay que mantener lo que se ha podido hacer y estar atentos todo el tiempo”, remarcan en el cuarto piso de la sede gubernamental. En cuanto a la campaña, Cornejo tratará de tener una fuerte participación pero procurando no interponerse en el camino que debe trazar Rodolfo Suárez, el candidato del radicalismo.

“Rodi necesita mostrarse también solo, sobre todo en algunos departamentos”, dicen voceros del Gobierno. San Rafael, por ejemplo, es posiblemente el reducto más hostil al oficialismo; allí los hermanos Félix son muy fuertes por su liderazgo. Tal vez por eso se anuncie para el sábado la presentación de los equipos técnicos de Suárez en ese departamento. El reciente acto para la inauguración de mejoras en el hospital de San Martín confirmó la estrategia ya anticipada de enfocar en los logros del gobierno provincial especialmente en los departamentos en los cuales el PJ apunta a seguir reeligiendo a sus “caciques”.

Las críticas vertidas por el Gobernador, en declaraciones periodísticas, sobre el justicialismo y sus distintas gestiones en la provincia dieron lugar a duras respuestas de parte de varios dirigentes del PJ, en especial de Guillermo Carmona, el titular partidario. Uno de los destinatarios de la arremetida fue Rodolfo Gabrielli, que había presentado horas antes propuestas para políticas a ejecutar en Mendoza y, de paso, se sumó a la ronda de postulantes a la sucesión de Cornejo.

En un tuit, Gabrielli se refirió a la furia cornejista: “Hicimos, con respeto, una serie de propuestas para el desarrollo de Mendoza. De parte de Cornejo y de su gente sólo recibimos agravios y descalificaciones. ¿Soberbia? ¿O creerán que está todo bien en Mendoza? Una pena”. Más allá de su lanzamiento y del estrépito que produjo al fotografiarse con Omar De Marchi, el futuro del ex gobernador desde el punto de vista electoral es incierto desde que Alejandro Bermejo anunció, sorpresivamente, su precandidatura.

Según su entorno, la idea de Gabrielli es seguir apoyando el ensamble de una propuesta capaz de dar pelea en la provincia, mientras decide sobre su postulación. En un posible marco de unidad su nombre puede ser tentador para una candidatura legislativa nacional. Al menos es lo que muchos comentan. Dicen que hay sectores gremiales que le piden que no baje su precandidatura. Algunos sueñan con la fórmula Bermejo-Ramón para pelear la Gobernación, pero queda por ver qué hará en definitiva la senadora nacional Fernández Sagasti, lanzada desde el kirchnerismo mucho antes.

Con el actual panorama económico, el desdoblamiento electoral de Mendoza no garantiza un triunfo seguro para el cornejismo ya que faltan varios meses para que se vote. En junio serán las PASO locales y recién en setiembre las generales, un mes antes de las presidenciales. En el medio, en agosto, las primarias nacionales con todo lo que significarán como antesala de la puja grande que habrá entre las pretensiones de continuidad del macrismo y la movida del peronismo para volver al poder.

Queda mucho tiempo por delante y con la esperanza, que nunca  pierde el oficialismo, de que la economía se calme y le dé una mano.

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