Reclamos por la baja cobertura de obras sociales

Los afiliados se quejan porque deben pagar por servicios y estudios que las entidades no cubren en la región y sólo pueden consultar a un reducido número de médicos.

Reclamos por la baja cobertura de obras sociales

Aceptar los recortes del servicio que la obra social dispone, viajar para hacerse atender en Mendoza o asumir cualquier costo. Ésta es la disyuntiva que enfrenta la mayoría de los habitantes con cobertura, del Valle de Uco, al requerir cualquier tipo de atención en salud, desde una consulta médica básica hasta un estudio de complejidad.

La problemática no es nueva y genera miles de reclamos en la región, muchos de los cuales se concretan en denuncias formales o quejas telefónicas. Si bien existen diferencias en la cobertura, el malestar incluye desde los servicios de OSEP hasta los de obras sindicales e incluso de algunas prepagas.

“Parece que los del Gran Mendoza son pacientes de primera clase y los del Valle de Uco somos de segunda, pero los descuentos en el bono de sueldo son los mismos. Con la diferencia que nosotros no tenemos prestadores”, se quejó Marcelo Godoy, quien por su trabajo en el área del petróleo ha pasado por distintas prepagas con igual mala fortuna.

Que no encuentran médicos que reciban la obra social; que sólo consiguen descuento en una farmacia del departamento; que no hay ciertas especialidades (odontólogos, pediatras, etc); que les cobran coseguros con total arbitrariedad; que sólo pueden atenderse con los médicos que ofrecen las obras sindicales y que tienen largas esperas para estudios o análisis, son algunas de las quejas que hacen los valletanos que pagan mensualmente una obra social.

Soledad Guidone ayer vivió en carne propia la falta de cobertura. Víctima de una fuerte gripe, deambuló por Tupungato buscando atención, ya sin esperar siquiera que le recibieran su “reluciente” tarjeta dorada de prepaga. Terminó en la colmada guardia del hospital General Las Heras.

“En Mendoza sos Gardel con esta prepaga, pero no podés estar viajando cada dos por tres con tus hijos para realizar estudios o ver a un médico. Acá, cuando conseguís que te la reciban, quedás a merced del coseguro que quieran cobrarte. No podés andar denunciando a tus médicos”, se quejó. Y agregó: “Ni hablar de un servicio de emergencia”.

La situación es peor para Cinthia M. con su obra sindical: “Antes me pedían un coseguro. Hoy directamente tengo que pagar la consulta particular. No puedo ir a mis médicos de cabecera, sólo los que atienden en la delegación”.

En la otra vereda, los médicos se quejan de ser el último eslabón de una cadena de pago que funciona mal. “La gente se enoja con nosotros, pero no saben que la mayoría de las obras sociales manejan valores muy bajos por consulta y la más puntual tiene un atraso de 3 meses”, sostuvo Gustavo F, un especialista de Tunuyán que firmó convenios individuales sólo con dos prepagas.

Los pocos profesionales que residen en el Valle de Uco se quejan de que son muchos los requisitos que exigen algunas prepagas para inscribirse como prestadores y de la falta de voluntad de las entidades que los nuclean para aceitar acuerdos que favorezcan tanto a ellos como a los pacientes. Sobre esto, Los Andes esperó sin éxito la respuesta del Círculo Médico.

Las obras sindicales, en el último tiempo, están apostando a los médicos generalistas que atienden en sus propias delegaciones. Alejandra es una de ellos y reconoce que cada vez tiene más pacientes. “Sólo podemos recetar de un vademécum de remedios. Se ha reducido la cantidad de estudios de complejidad y análisis que podemos pedir por mes”, comentó.

OSEP también cosecha críticas en la zona. “Ninguno de los prestadores externos respeta los coseguros pactados. Muchas veces pagamos 150 o 200 pesos por la consulta, más la orden de obra”, comentó Ana Julia Jull, quien también se quejó de que no hay servicios de gastroenterología ni psiquiatría en Tunuyán.

Fabio Coparoni, delegado regional de OSEP, reconoció que reciben denuncias a diario y dijo que la situación en la zona se comenzará a normalizar desde junio, a partir de un convenio firmado con el Círculo Médico de Mendoza. La idea es que esta “reactivación” de OSEP pueda generar, por efecto competencia, cierta mejora en otras coberturas sociales.

Fotografía de un problema

Son muchos los componentes de este problema histórico. Por un lado, las obras sociales se excusan en la escasez de prestadores, que es una situación real. No es una novedad la falta de médicos que sufre la región y muchos sostienen la necesidad de que se instrumente un incentivo para atraer profesionales desde otros lugares.

Por otro lado, los servicios de complejidad y de internación son escasos y todos terminan derivando a hospitales públicos. “San Carlos no tiene instituciones privadas y la clínica de Tupungato está por cerrar su servicio de internación. Hoy los hospitales de la zona tienen que atender a mutualizados y a los que no tienen cobertura. Además, las obras mantienen enormes deudas con el sistema público”, destacó Rodolfo Guillén, coordinador de Salud en el Valle de Uco.

Atento a esta problemática, semanas atrás el Ministerio de Salud sacó una resolución por la que suspende por 90 días la realización de cirugías programadas, a los mutualizados, en efectores públicos. “El Estado no puede negar atención y las obras sociales se aprovechan de esto”, concluyó Guillén.

Por su parte, Eduardo Giner, presidente de la Comisión de Salud del Senado, apuntó que esta problemática se da en todas las zonas alejadas de la provincia y dijo que se está trabajando en mecanismos que permitan acelerar los sistemas de cobro del Estado, incluso para que la Superintendencia de Servicios de Salud actualice las tarifas que abonan las mutuales.

Para el legislador tunuyanino, la solución recae en convenios que se labren entre efectores públicos y privados. “Lo cual no es fácil, porque la mayoría de las obras tienen sus sedes en Buenos Aires”, dijo.

Los Andes intentó consultar a distintas obras sociales, pero no obtuvo respuesta.

Cambios en OSEP: prometen más médicos

“Es difícil salir a exigir prestaciones cuando teníamos grandes deudas sin saldar”, sostuvo Fabio Coparoni, delegado de OSEP en el Valle de Uco. El médico explicó que en los últimos años esta situación llevó a que se faltara a los convenios y no se respetaran los coseguros, entre otras cosas.

El haber cancelado gran parte de lo debido, según anunció Coparoni, les ha permitido firmar un nuevo convenio con el Círculo Médico de Mendoza “que reúne al 70% de los médicos de la región”, aclaró. Además, asegura que por estos cambios han “aparecido” nuevamente los viejos prestadores.

De allí que, a partir de junio, todos los profesionales deberán cobrar un único coseguro de $ 50. “La medida va a estar acompañada de un fuerte control. De nada sirve, si no auditamos, que esto se cumpla”, manifestó el funcionario.

Además, anunció que los laboratorios ya funcionan con un acuerdo marco nuevo, por lo que sus aranceles no pueden ser mayores de $ 300 en análisis completos para los afiliados (por lo cual se estaba cobrando más de $ 500). También informó que OSEP sumará, por convenios particulares, a profesionales de psicología, kinesiología y fonoaudiología, quienes pedirán coseguros de entre $ 30 y $ 40. Todos los reclamos pueden realizarse al 0800-810-OSEP.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA