Pese a los permanentes reclamos internacionales, la situación política en Venezuela se mantiene. Los líderes de la oposición, como Leopoldo López, se encuentran detenidos, en muchos casos en condiciones infrahumanas, tal cual lo ha denunciado la esposa del dirigente. Cabría preguntarse entonces en qué condiciones se llegará a las elecciones parlamentarias previstas para diciembre. López fue condenado a casi 14 años de prisión por el delito de "instigación pública, asociación para delinquir, incendio intencional y daños a la propiedad pública" durante las protestas realizadas en Caracas en febrero del año pasado y que fueron reprimidas en forma violenta por las fuerzas de seguridad, dejando un triste saldo de 44 muertos y cientos de heridos.
En los últimos meses, quedó en evidencia que el actual presidente de Venezuela no ha trepidado en utilizar distintas estrategias en su afán de sobrevivir en el poder. A su permanente defensa de la "revolución bolivariana", se suma la continuidad de las diatribas contra el capitalismo. No conforme con ello, intentó acudir al nacionalismo venezolano en una discusión fronteriza con Colombia que logró el rechazo unánime a nivel internacional.
Respecto de la detención de Leopoldo López, a pesar de que el líder opositor se entregó voluntariamente a la Justicia, el arresto estuvo envuelto en todo tipo de anomalías y así lo hicieron saber la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea y Amnistía Internacional, entre otros. Hubo un llamativo silencio de los países integrantes del Mercosur, entre ellos la Argentina, que no mantienen cuando otros países avasallan derechos.
Es aquí donde surgen voces a nivel individual que, por su calidad de defensores de la democracia, tiene un valor incalculable, como el planteo formulado en forma conjunta por los ex presidentes de Chile, Eduardo Frei Ruiz Tagle y Ricardo Lagos. Con una particular habilidad política, los ex mandatarios chilenos le recuerdan a Maduro la actitud asumida por Venezuela, otorgando el asilo político a los chilenos perseguidos durante el régimen de Augusto Pinochet, destacando entonces que "cuando se violan los derechos humanos no hay fronteras y es legítimo levantar la voz por otros pueblos cuando somos testigos de arbitrariedades e injusticias". Rechazan "con profunda convicción ciudadana" las detenciones de los políticos de la oposición y exigen la restitución de sus derechos como ciudadanos "que, bajo decisiones arbitrarias, les han sido arrebatados" y vuelven a comparar el régimen de Maduro con el de Pinochet, al recordar que "a más de uno de nuestros líderes (políticos) se les impidió votar en el plebiscito" convocado por el ex presidente de facto.
Los últimos párrafos de la nota reclaman con fuerza la defensa de la democracia en Venezuela, al asegurar que "ninguna nación se hace grande sofocando al que piensa distinto. Porque cuando se aniquila el diálogo y se excluye la voz de los otros, al final no hay Patria para nadie", exhortando a que las elecciones de diciembre sean limpias y transparentes, donde ninguna opinión democrática esté excluida y ningún ciudadano, sólo por pensar distinto, sea retenido en la cárcel. Formulan un llamado al resto de los líderes de la región para que busquen mecanismos que hagan posible que Leopoldo López pueda revertir la injusta sentencia infringida. Resultaría saludable, para el sostenimiento de la democracia en este sector del continente, que ese pedido de los ex mandatarios chilenos fuera escuchado.