Mientras en el recinto los diputados llegaban a un acuerdo sobre el tema sin hacer demasiado barullo, afuera había una manifestación ambientalista. Apenas unos cincuenta manifestantes, pero como atenuante puede decirse que es el principio del movimiento. Ya, de hecho, lograron impulsar dos ordenanzas en los concejos deliberantes de Tunuyán y San Carlos en contra del fracking.
Ayer, el grupo en el que estaban representantes de la Asamblea del pueblo de General Alvear, los Autoconvocados de San Carlos y de Tunuyán, como así también grupos ambientalistas de Guaymallén, Maipú, Uspallata, Las Heras, y la titular de ATE Raquel Blas, firmaron un documento que presentaron en mesa de entradas de Diputados y Senadores fustigando duramente el acuerdo entre YPF y Chevron y solicitando la prohibición del uso del fracking.
De esta forma, la gran preocupación del oficialismo se está haciendo realidad. El tema se está colando en la campaña electoral y por su costado más sensible: el debate ambiental.