Reclaman sillas para que sus hijos puedan tener clases

Reclaman sillas para que sus hijos puedan tener clases

Los papás de la escuela Ernesto Piaggi, de Tupungato, aún no saben cómo harán sus hijos para comenzar a cursar este año. Llevan más de una década sin recibir sillas y el inicio de este ciclo lectivo los encontró con un faltante de 150.

Tenían planeada una movilización hacia el municipio el viernes pasado, pero la lluvia los frenó. De todas maneras, entregaron la nota de reclamo a las autoridades locales y aseguran que no pararán hasta conseguir el mobiliario necesario para aprender "dignamente".

El problema viene de larga data. Éste es uno de los tantos establecimientos escolares de la provincia que no tiene descanso. La secundaria Piaggi tiene casi 600 alumnos repartidos en dos turnos y con la mayoría de los cursos que no bajan de los 30 alumnos.

En horario vespertino, el edificio funciona como sede de la escuela artística 5-018 de Tupungato, que tiene una matrícula superior a los 400 estudiantes.

"Habían comentado como posibilidad, que los chicos trajeran almohadones de la casa para sentarse. ¡Me parece una falta de respeto!", comentó ofuscado Juan Carlos Cardoso, papá de tres adolescentes que asisten a la institución.

"Nos dicen que no hay presupuesto, pero ellos deberían saber que cada vez que se abre un curso, hay que destinar las sillas para los nuevos alumnos. No es crear por crear", agregó Viviana Becerra, una mamá que hace 26 años que integra esta comunidad educativa.

El crecimiento de la matrícula y el deterioro propio de la dinámica escolar fueron despoblando las aulas de este mobiliario.

"En la mañana temprano, al inicio del turno, perdemos entre media hora y cuarenta minutos de la clase; porque los chicos van deambulando de aula en aula buscando sillas para sentarse", graficó una docente.

Horas antes de la movilización, desde Infraestructura Escolar les aseguraron que habían conseguido 70 sillas. "De todos modos, aún falta el doble para que los cursos puedan funcionar con normalidad", señaló una mamá.

"La educación es un derecho. Respetémoslo", reza uno de los carteles elaborado por los alumnos y que por estos días ornamenta las paredes en el edificio del barrio Los Nogales.

La problemática es aún más grave, teniendo en cuenta que este colegio tiene un aula satélite en el paraje Ancón de San José. Allí la falta de mobiliario, se suma a las deficiencias edilicias, donde los chicos están a la espera de que reparen módulos para poder tener su "espacio".

"Todos los años, la escuela pasa el informe de lo que necesita para comenzar, pero nunca recibimos buenas noticias. Gran parte del mobiliario nos fue donado por los bancos que dejaron de existir", comentó un profesor.

Para hacer frente a esta carencia, la comunidad lleva años realizando ferias solidarias y echando mano a otras estrategias para juntar dinero y comprar chapas. El año pasado, entregaron el material al Centro de Capacitación para el Trabajo (CCT) 6-205 -con quien mantenían un proyecto de aulas de aceleración- y los alumnos repararon las sillas rotas.

Ahora, los soldados del Regimiento de Infantería 11 General Las Heras de Tupungato se comprometieron a soldar las estructuras rotas, para poder recuperar las que lo permitan.

Cristina Miranda, delegada regional de la DGE en el Valle de Uco, destacó que la cuestión "ya está solucionada".

Informó que el mismo viernes, llegaron a la escuela 40 sillas y 15 mesas. "Esta semana, si el camión de la Municipalidad nos ayuda, podremos traer 30 más", expresó. Como parte del faltante aún no está cubierto, la administrativa señaló la ayuda del Ejército y prometió que en el mes de mayo entregarán las sillas que faltan.

"Ah! Si quieren también pueden hacer el tour de los siete lagos por el edificio", invitó irónicamente un docente a este medio. Sucede que la población de la escuela Piaggi también tiene que lidiar con el mal estado de los techos.

Cuando llueve en cantidad, se arman charcos en las aulas, patios internos y hasta en la sala de Informática, con el riesgo que esto implica. "También nos hemos cansado de la reparación de las roturas de techo a Infraestructura", apuntó el papá.

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