Se aproxima la temporada alta de turismo en San Rafael y con ella se alzan los reclamos de los vecinos de El Nihuil por la vegetación acuática que crece en el embalse y afea la estética del espejo de agua.
Los lugareños que se ganan la vida prestando servicios temen que las condiciones actuales sean una limitante en la afluencia de turistas.
“Todo entra por los ojos y si el lago no está presentable para la gente, no van a querer venir ni a pasar la tarde”, dijo María, una artesana que ofrece sus productos en el ingreso por murallón del dique.
Para calmar las aguas, desde Irrigación confirmaron que están trabajando para disminuir la vegetación, tradicionalmente conocida como “lama”. “En agosto se hizo una poda y ahora estamos trabajando otra vez. Estaba previsto para esta época”, afirmó Mario Barbieri, subdelegado de Aguas del río Atuel.
La queja por la presencia en superficie de lama no es nueva. Cada año los vecinos, cuando consideran que hay demoras en el control de las plantas acuáticas y ven que se aproxima la temporada turística, elevan la voz por el temor a la pérdida de potenciales visitantes. “Si la temporada turística es mala, el resto del año hay que rebuscárselas, no para vivir sino sobrevivir”, afirmó María.
“Hay mucha gente que depende de lo que puedan hacer en esta época. Está la señora que vende tortitas, la otra pan casero, las madres del agua para lo que vienen a pescar, y hasta las casas para alquilar por día y todo lo que se mueve a su alrededor, pero si el lago está así se ve sucio, no van a venir. Para muchos el turismo es la fuente de ingreso”, agregó José Fernández, empleado del hotel que tiene Smata en el distrito sanrafaelino.
Los planteos vecinales van en dos direcciones: por un lado a Irrigación, como órgano con competencia directa sobre el embalse; y también hacia la comuna, responsable de todo lo que ocurra en el poblado.
“Hay mucha gente sin trabajo por eso esperan el turismo para salir adelante. Entonces es cuestión de que se pongan de acuerdo entre los responsables y actúen. Además la máquina está”, comentó un vecino que pidió no dar a conocer su nombre.
El control de la vegetación del lago se realiza con una lancha equipada con una especie de segadora, que se sumerge y va cortando las plantas. En la zona hay dos: una es propiedad del Club de Pescadores y la utilizan habitualmente para mantener libre toda la margen bajo su órbita; la otra fue adquirida por Irrigación y está a cargo de la delegación de Recursos Naturales que hay en el distrito.
“Hay que dejar en claro que se trata de una cuestión netamente estética, la lama siempre está. Lo que sucede es que en esta época en que el embalse está bajo por las erogaciones, se ve la vegetación en la superficie. Si el nivel sube se ve hermoso por la simple razón que la lama quedó bajo el agua”, dijo Barbieri.
En invierno hubo un trabajo coordinado entre Irrigación y la comuna y “retiramos 58 camiones con lama seca”, sostuvo Marcelo Reynoso, delegado municipal. Mientras que ahora “el embalse está al 50% lo que nos permite cortar la vegetación más abajo, por esa razón estaba previsto actuar en esta época”, aclaró el titular de la subdelegación del Atuel.
Cada vez más vegetación
Bruno Marín, titular de la consultora Ictios -que releva embalses-, visita El Nihuil cada año y presenta un informe ambiental a pedido de la empresa hidroeléctrica Pampa Energía.
Al ser consultado sobre la situación del lago, coincidió en que “visualmente no es lo mejor, no es lindo encontrarse con esto así, pero es solo una cuestión de estética. Sube el nivel del agua y todo se verá hermoso. Lo que hay que hacer es armonizar todos los intereses para hacer un embalse sustentable”, indicó.
Marín hace los informes ambientales de El Nihuil desde 1995, por eso, con estadísticas en la mano, avisó: “La vegetación acuática va en aumento, crece entre un 2% y 3% por año”.
No se puede eliminar
Los reclamos vecinales en El Nihuil abrieron también un mini debate: eliminar o no la vegetación acuática.
Para Adrián Atencio, biólogo de Irrigación, “no se puede erradicar porque impactaría negativamente el ecosistema” y directamente contra uno de los aspectos fuertes de la zona: la pesca.
“La lama cumple una función muy importante, es refugio para los huevos del pejerrey, también para larvas e insectos que son el alimento de los peces. Eliminarla sería romper ese ecosistema. Otro punto más que importante es que esta vegetación impide que aparezca otra clase que sería muy perjudicial para la calidad del agua, principalmente si es para consumo”, aseguró el especialista de Irrigación.